Los tres últimos episodios confirman las características de una apuesta extrema de David Lynch, que vuelve a desconcertar y fascinar, abriendo toda clase de conjeturas.
Un episodio que gira alrededor de la temática por diversas vertientes, incluida una sentida despedida a uno de los personajes más queridos de la serie.
En este episodio, que cuenta con apariciones de Monica Bellucci y David Bowie, se acumula más que nunca información importante, confiriendo nuevos matices a los personajes.
Otro episodio que entrega un segmento inolvidable, esta vez asociado a lo gangsteril, pero también introduce claves que conectan a esta nueva versión de la serie con la de los noventa.
Las tramas se profundizan en este capítulo, evidenciando múltiples referencias a otras creaciones de David Lynch, en una temporada que ya tiene una estructura claramente sinfónica.