Pasado el golpe emocional del capítulo anterior, la serie retoma un camino más previsible en este episodio que integra dos subtramas con fluidez pero sin grandes resultados.
Este nuevo episodio tuvo una apuesta estética, pero la misma resultó absolutamente fallida. De todos modos, su costado nostálgico con los videojuegos tuvo sus logros.
A pura nostalgia, el primer episodio de la nueva temporada recupera el tono de la mítica serie animada de los 90’s mientras construye una historia nueva.
La miniserie de Marvel cierra con otro capítulo decepcionante, en el que todas las promesas de un tono más adulto se desarman ante una resolución sin vuelo.
El cuarto episodio de esta miniserie careció de acción física, aunque su discursividad se vio potenciada por una tensión que partió de los discursos y los gestos.
El segundo episodio trajo una gran secuencia de acción y la definición de que la serie está más cerca del universo de acción física de Disney+ que de las viejas producciones de Marvel para Netflix.