Tras el estreno de Tornados, revisamos la original dirigida por Jan de Bont, una película de aventuras, pero también una comedia de rematrimonio con dos protagonistas adictos a la adrenalina.
La primera película de Michael Bay ya contenía todas las huellas de su estilo gritón, patoteril, superficial y facho, en un relato protagonizado por dos personajes intolerables.
La vuelta de George Lucas a su creación más masiva y personal resultó ser una decepción, en buena medida porque el propio realizador dejó de lado la aventura y escogió una burocrática solemnidad.
La historia del vínculo entre esta película escrita por Paul Auster y el autor de esta nota, una película a destiempo que nos reveló un mundo cargado de relatos.
La película de Miyazaki representa fielmente su cine a la vez que toma atajos hacia otros lugares. Un film donde lo fantástico está contenido y lo político puesto en primer plano.
El film de Frank Marshall, aunque queda algo empequeñecido frente a La sociedad de la nieve, se sostiene todavía a partir de su sentido aventurero, incluso frente a la tragedia y el horror.
Arnold Schwarzenegger se probaba en la comedia familiar navideña con esta discreta película de Brian Levant, que convierte a su hombre común en un superhéroe del consumismo.
El último film de John Woo en Hong Kong antes de su mudanza a Hollywood es un relato plagado de excesos, que revela también los límites de un subgénero que el realizador ayudó a crear.
La primera aventura cinematográfica de estos particulares héroes luce un tanto envejecida mirada desde la actualidad, aunque conserva un cierto encanto como un film muy de su época.