En copia 4K totalmente remasterizada, Disney relanzó su clásico de 1950. Contra lo que recordamos, la película es un relato mucho más cerca de Tom y Jerry que del cuento de hadas.
El western de George Stevens es un film bisagra, entre los viejos modos y el futuro del género. Una película modelo que sirvió de relectura hasta para la súper-heroica Logan.
Este film de William Wyler es un ejemplo cabal de cómo combinar capas genéricas y estéticas, que encima tiene en Audrey Hepburn y Gregory Peck a una pareja protagónica perfecta.
Mientras Marilyn es aporreada en la reciente película de Andrew Dominik, recordamos a la actriz en una de sus películas más icónicas, dirigida por Billy Wilder.
Esta comedia musical es una perfecta sociedad entre Howard Hawks, Jane Russell y Marilyn Monroe, que además nos demuestra la sabiduría innata del realizador para el género.
Antes de sus grandes obras maestras, Fellini dirigió este film que resulta un puente entre sus primeras obras y su camino más consagrado. Un film melancólico sobre el pasado.
A principios de los cincuenta, Alfred Hitchcock se unía a Raymond Chandler para adaptar a Patricia Highsmith en un relato notable sobre los deseos reprimidos y concretados.
Howard Hawks volvió a la comedia con esta película que reflexionaba sobre el paso del tiempo y la estupidez de pretender la juventud eterna. Una película desquiciada.
Hace setenta años, Akira Kurosawa adquiría fama mundial a partir de un film que, a pesar de sus virtudes, terminó abriendo el camino para un cine más conceptual que honesto.