Hace setenta años, Akira Kurosawa adquiría fama mundial a partir de un film que, a pesar de sus virtudes, terminó abriendo el camino para un cine más conceptual que honesto.
A casi setenta años de su estreno, este pequeño film bélico de Samuel Fuller es una inteligente lección de cómo construir una narración apasionante con pocos recursos.
Recordamos un clásicos del cine bíblico y de Cecil B. DeMille. Una película que contó con innovadores elementos técnicos y que se mantiene como uno de los grandes espectáculos de la historia del cine.
En tiempos de cuarentena, vale la pena rever este gran film de Alfred Hitchcock, que todavía sigue ofreciendo toda clase de lecturas sobre los juegos alrededor de la mirada encerrada.
La película de Billy Wilder es de las más cínicas que ha producido Hollywood en toda su historia, gracias a la perspectiva del realizador pero también a la presencia del gran Kirk Douglas.
A sesenta años de su estreno, la notable ópera prima de Francois Truffaut sigue cautivando desde un despliegue de emociones que eluden las clasificaciones fáciles.
Aquel film de Ishiro Honda que dio inicio a un ícono inoxidable, a pesar de estar algo fechado, sigue sosteniéndose como un relato oscuro, que leía muy bien los temores de una época.
Con este film, Alfred Hitchcock terminó de dar rienda suelta a sus obsesiones más oscuras, en un film marcado por la desestabilización y donde no hay refugio posible.