Un film que se aleja del gigantismo del cine de superhéroes actual y que delinea un relato sintético y fluido, que apuesta de manera efectiva a la comedia juvenil.
El nuevo film de Scott Cooper muestra que el realizador procura siempre salir de los lugares comunes, aunque eso a veces lo lleve a forzar excesivamente los eventos narrados.
La colaboración entre Henry Selick y Jordan Peele da como resultado un film tan desparejo como fascinante, que une elementos de forma un tanto caótica, pero también interesante.
Esta producción de Netflix parece haber aprendido todas las lecciones del cine de Adrián Suar, en el peor sentido posible, con un relato plagado arbitrariedades para con sus protagonistas.
Esta miniserie cocreada por Ryan Murphy tiene un punto de partida sumamente inquietante, aunque sus ambiciones temáticas la terminan conduciendo a un lugar un tanto irrelevante.
Una comedia estudiantil con algunas aristas interesantes, pero que tira por la borda buena parte de sus méritos a partir de una serie de decisiones en sus tramos finales.
Este thriller de acción de Martin Campbell, sin maravillar, logra construir un universo de profesionales de la violencia, sin necesidad de altos niveles de espectacularidad o solemnidad.
Los estrenos de esta semana en los cines del país dan una idea de cómo será el consumo de cine en el futuro: una apuesta por la falta de riesgo y el gobierno del algoritmo.
Es parte de la guerra entre los exhibidores y las plataformas de streaming. Además se aseguró que a partir del año próximo se reducirá el tiempo entre que una película pase de un soporte al otro.