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Escape plan 2: Hades

Título original: Ídem
Origen: EE.UU. / China
Dirección: Steven C. Miller
Guión: Miles Chapman
Intérpretes: Sylvester Stallone, Dave Bautista, Xiaoming Huang, Jesse Metcalfe, 50 Cent, Wes Chatham, Chen Tang, Tyler Jon Olson, Titus Welliver, Shea Buckner, Jaime King, Lydia Hull, Ashley Cusato, Yifan Luo, Rowan Bousaid, Baylee Curran  
Fotografía: Brandon Cox
Montaje: Carsten Kurpanek, Vincent Tabaillon 
Música: The Newton Brothers
Duración: 96 minutos
Año: 2018


3 puntos


STALLONE EN FORMATO DEMASIADO DOMÉSTICO

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Sylvester Stallone experimentó un pequeño resurgimiento en su carrera en los últimos años, retomando cierta centralidad a partir de los logros y virtudes de films como Rocky Balboa, Los indestructibles y Creed: corazón de campeón. Y también de Escape imposible, una película donde se animaba a compartir protagonismo con Arnold Schwarzenegger para releer y actualizar buena parte del cine de acción de los ochenta y noventa. La pregunta que surgía a partir del anuncio de Escape plan 2: Hades es si se justificaba una secuela –y por ende el armado de una franquicia- para ese film, aunque fuera con destino al mercado doméstico. La respuesta, lamentablemente, es totalmente negativa.

Esta continuación de Escape imposible retoma al personaje de Ray Breslin (Stallone), quien ha formado un equipo de seguridad de primer nivel, uno de cuyos integrantes se encuentra súbitamente atrapado en una de esas prisiones ultra-tecnológicas de las que es imposible escapar. Ya no está Schwarzenegger, pero permanece 50 Cent, además de ingresar Xiaoming Huang, Jesse Metcalfe, Wes Chatham, Chen Tang y Jaime King, más una pequeña participación de Dave Bautista. Y está esa voluntad de poner en juego las tensiones entre los espacios interiores y exteriores, con conspiraciones y planes de huida que se van construyendo sobre la marcha. Lo que no vuelve es el cuidado al ensamblar las distintas piezas del relato y la solidez en la premisa.

Es que la verdad que todo en Escape plan 2: Hades está hecho de manera enredada y descuidada a la vez, con una narración sobreexplicada y que atenta permanentemente contra su propio verosímil. El desconcierto de los personajes se traslada a la puesta en escena del director Steven C. Miller –un realizador muy discreto, que puede entregar algún film interesante como El gran golpe pero también bodrios como En defensa propia y Extraction-, que acá no sabe bien qué contar y cómo contarlo. Y eso termina repercutiendo, por ejemplo, en la performance de un Stallone desganado, sin brillo en un rol que se queda a mitad de camino entre el protagónico y el secundario.

A pesar de durar apenas un poco más de una hora y media, Escape plan 2: Hades luce estirada, con ideas que se agotan rápidamente y donde queda muy evidencia la repetición de sus recursos. En el final se deja abierto todo para una tercera parte, pero casi desde el inicio esta segunda entrega aburre y quita toda motivación para lo que viene a futuro. Y encima constituye un importante retroceso para Stallone, que parece retornar a los peores niveles de su filmografía –especialmente a principios del nuevo milenio-, cuando había quedado marginado a un lugar irrelevante en base a elecciones erróneas. Igual hay lugar para tener esperanzas de que solo sea un tropezón y no una caída definitiva.

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