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Hangman

Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Johnny Martin
Guión: Michael Caissie, Charles Huttinger, Phil Hawkins
Intérpretes: Brittany Snow, Al Pacino, Karl Urban, Sarah Shahi, Joe Anderson, Michael Papajohn, Chelle Ramos, Jules Haven, Jermaine Rivers, Odessa Rae, Stephanie Enderby, Steve Coulter, Matt Mercurio
Fotografía: Larry Blanford
Montaje: Jeffrey Steinkamp
Música: Frederik Wiedmann
Duración: 98 minutos
Año: 2017


4 puntos


UNA MÁS DE ASESINOS SERIALES

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Si tipos como Bruce Willis y Nicolas Cage vienen haciendo esfuerzos significativos destinados a destruir sus respectivas carreras, Al Pacino es otro más que desde hace un rato largo da la impresión de que filma cualquier guión que le cae en las manos, como si sólo le importara el número que aparece en el cheque. Hangman, thriller sin elementos particularmente destacables, es una nueva muestra de esta tendencia.

Hay que reconocerle algo a Hangman: no es de lo peor que hizo Pacino en los últimos años. Es, por ejemplo, mejor que Las dos caras de la ley y 88 minutos, aunque hay que tener en cuenta que esas dos películas de Jon Avnet eran desastres absolutos que encima se las daban de astutos y hasta importantes. En cambio, esta película dirigida por Johnny Martin (quien este año también dirigió a Cage en Vengeance: a love story) es un poco más humilde y sigue como puede el molde de los relatos con asesinos seriales: en este caso tenemos a uno que para sus crímenes se inspira en el juego del ahorcado y al que persiguen dos policías (Pacino y Karl Urban) y una periodista (Brittany Snow).

Lo cierto es que Hangman es tan humilde que hasta es consciente de que podría haberse estrenado hace más de dos décadas, cuando films como Pecados capitales o El silencio de los inocentes eran novedosos. Pero esa autoconciencia no le alcanza para sobreponerse a sus errores de guión: con sólo pensar unos segundos, es fácil darse cuenta de los gigantescos agujeros que pueblan el argumento, repleto de arbitrariedades, cabos sueltos y giros que se ven venir con veinte minutos de anticipación. Y si nos ponemos a pensar unos segundos más, no cuenta mucho llegar a la conclusión de que el trío de investigadores tiene por lo menos una pata de más. De hecho, la periodista que hace Snow menciona en un momento que fue nominada al Pulitzer, pero es extremadamente torpe y no aporta nada relevante a la trama.

Tampoco el personaje de Pacino termina de tener la mínima solidez requerida y el único que llega a tener un desarrollo más palpable es el de Urban, a pesar de transitar buena parte de los lugares comunes del detective que no termina de sobreponerse a una pérdida. Hangman es un thriller muy medio pelo, de factura televisiva y que tiene una vuelta de tuerca en el final que, por disparatada, podría interpretarse como simpática, pero que no lo saca de la mediocridad.

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