La nueva serie de los creadores de Cobra Kai combina acción y comedia con algunas ideas interesantes, que lamentablemente están insertas en un conjunto irregular y repetitivo.
Con desniveles y méritos similares a la cuarta parte, la nueva entrega de la continuación de Karate Kid ratifica que encuentra su mejor nivel cuando narra todo a las piñas.
Los dos primeros tercios de esta nueva son algo vacilantes y de transición, pero sus últimos episodios son muy atractivos, apoyándose en el resurgimiento del villano que es Terry Silver.