Esta segunda parte, que se suponía iba a ser la última, amenaza ahora con ser el punto de partida para un universo con el sello de Zack Snyder, lo cual es la peor noticia posible.
Si uno podría tener la sensación de que Aaron Eckhart y Renny Harlin están para más, lo cierto es que acá solo entregan un thriller de acción bastante mediocre.
El último film de William Friedkin es un juego de máscaras constante, que va revelando sus diversas capas mediante una puesta en escena despojada de artificios.
Una remake entre culposa y canchera, donde solo funcionan algunas secuencias de acción y ningún personaje adquiere una dimensión mínimamente consistente.
La nueva película de Peter Farrelly está lejos de lo mejor de su filmografía y resuelve todo a las apuradas, pero entrega algunos momentos muy divertidos y nos muestra a un John Cena perfecto en su rol.
El film del debutante Cord Jefferson es una comedia dramática que solo sacude tímidamente algunas estructuras, aunque cuenta con grandes actuaciones de Jeffrey Wright y Sterling K. Brown.
Una película que podría ser entretenida y estimulante a partir de su combinación de géneros, pero que está hecha con una llamativa falta de ganas y energía.
Esta película de F. Gary Gray tiene una premisa que podría haber sido divertida, pero todo está narrado con un desgano llamativo, que conduce a un inevitable aburrimiento.