La película de Matt Ruskin, protagonizada por Keira Knightley, es un drama centrado en un famoso caso policial de los 60’s, narrado con una falta de convicción que afecta en los resultados.
Esta película, a pesar de algunos méritos narrativos y una puesta en escena correcta, queda bastante lejos de la potencia dramática de la serie en que se basa.
El nuevo film de Christopher Landon tenía una premisa prometedora, pero nunca se atreve a ir a fondo con lo que plantea y termina acumulando elementos sin mucho criterio.
El documental de Daniel Roher sigue al principal opositor al gobierno de Vladimir Putin, con algún momento sorprendente pero una tendencia a exacerbar la figura de su protagonista.
Este documental de Sara Dosa tiene la dosis exacta de apuesta por lo didáctica y por la fascinación de la imagen, mientras construye una perfecta historia de amor.
La debutante Charlotte Wells construye un emocionante relato evocativo de un verano, en el que el vínculo entre un padre y una hija se rompe, tal vez para siempre.
Un film que se aleja del gigantismo del cine de superhéroes actual y que delinea un relato sintético y fluido, que apuesta de manera efectiva a la comedia juvenil.
La película protagonizada por Gastón Soffritti es un retrato generacional del mundo del trabajo y la búsqueda de la fama, que falla al convertirse en un thriller poco riguroso.
Reese Witherspoon y Ashton Kutcher se prueban en una comedia romántica como la de antes, que funciona porque está ejecutada cono conocimiento del género y profesionalismo.