Tras el estreno de Tornados, revisamos la original dirigida por Jan de Bont, una película de aventuras, pero también una comedia de rematrimonio con dos protagonistas adictos a la adrenalina.
El masivo éxito de este film de acción fue un tanto inexplicable y a la vez lógico, a partir de cómo descansaba en el carisma de un ascendente Eddie Murphy.
Si bien no aparece en los créditos, Robert Towne colabora con Roman Polanski en este thriller hitchcockiano que esconde en un segundo nivel el drama de una pareja.
La película de Nicolas Roeg desarrolla una progresiva y particular inquietud, sustentada en el desconcierto, donde es fundamental la performance del gran actor que era Donald Sutherland.
Una película donde conviven el terror con el análisis psicológico, que desalienta las interpretaciones únicas, una marca autoral habitual en el cine de Roman Polanski.
La primera película de Michael Bay ya contenía todas las huellas de su estilo gritón, patoteril, superficial y facho, en un relato protagonizado por dos personajes intolerables.
Este documental de la realizadora venezolana Margot Benacerraf, recientemente fallecida, es una obra maestra con secuencias memorables a la que vale la pena recordar.
Una secuela que mostraba la capacidad de George Miller para dialogar con tradiciones previas y también anticipar parte del cine de acción de los ochenta y noventa.
A casi sesenta años, la película con Charlton Heston se sostiene como un concepto sumamente atractivo, entre la ciencia ficción filosófica y la más aventurera Clase B.
Este film es un reflejo de la capacidad del recientemente fallecido Roger Corman para aportar miradas disruptivas y hasta anticiparse a cambios culturales y sociales.