Liam Neeson y Robert Lorenz vuelven a trabajar juntos en una película que es definitiva para ambos, a partir de cómo consolidan sus respectivas búsquedas estéticas.
Creada por el guionista de Puente espías, esta producción de Netflix amaga con tener una narración marcada por la ambigüedad de los protagonistas, aunque luego se queda a mitad de camino.
Sebastián Lelio mantendrá una atmósfera de represión y de misterio, pero que nunca alcanza la suficiente intensidad como para despejar de los parámetros de la corrección
Kenneth Branagh y un relato sensible de una época convulsionada en su Irlanda natal. Una historia que tal vez exigía otra espesura, pero que resulta honesta en su forma de mirar el pasado.
Se trata de un western producido por la BBC. Interpretará a una mujer que busca vengarse del hombre al que considera responsable de la muerte de su hijo.
Esta secuela funciona excelentemente a partir de una estructura narrativa simple, aunque no puede evitar una lectura revisionista de eventos históricos que nos recuerda su pertenencia a la factoría Disney.
Damien Chazelle se prueba en una película de alto presupuesto, acertando en los pasajes más personales y fallando en aquellos que exigen cierta conexión emocional.
En el film sobre la misión para llegar a la Luna también actúan Claire Foy, Jason Clarke, Kyle Chandler, Shea Whigham y Corey Stoll. Se estrenará en la Argentina el 11 de octubre.