Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Es imposible no hablar de Sr. y Sra. Smith sin tener en cuenta la versión original cinematográfica protagonizada por Brad Pitt y Angelina Jolie, o lo que hizo previamente Donald Glover con Atlanta. El film de Doug Liman era una comedia de rematrimonio donde la acción era el telón de fondo que conducía los eventos, en los que una pareja debía conocerse nuevamente, volver a fojas cero en la relación, para recomponer y revitalizar el vínculo. Por otro lado, la serie creada por Glover tomaba la escena del rap como excusa para distintas exploraciones temáticas y formales, hasta establecer conexiones (según el propio creador) con referentes tan disímiles como el cine de los Hermanos Coen, la obra de David Lynch o Curb your enthusiasm. Partiendo de estas nociones, Sr. y Sra. Smith es como un show de espionaje pasado por el filtro de la comedia negra y la romántica, pero también por vertientes relacionadas con los referentes mencionados previamente y hasta algunos nombres y esquemas genéricos más. Glover toma el concepto inicial de la película para retorcerlo e indagar en sus grietas, o incluso ir por caminos totalmente distintos a lo esperables. De hecho, ya altera por completo la premisa inicial: acá ya no hay un matrimonio donde cada integrante no sabe que el otro es un asesino a sueldo. En cambio, hay dos sujetos (Glover y Maya Erskine) que aceptan un matrimonio arreglado, que a su vez es una especie de unidad operativa clandestina dedicada a misiones de diversa peligrosidad. En consecuencia, la química romántica alimenta, por la positiva o la negativa, la química profesional. Por ende, la comedia de rematrimonio es apenas otro eslabón de una cadena de sentidos reconfigurados, expandidos o detonados con cada nuevo episodio, que en verdad podrían verse como una miniserie o incluso una película extendida. Lo que en verdad parece querer Glover -en esto, los nombres de los capítulos son como pistas de sus intenciones- es explorar las etapas y alternativas de la dinámica matrimonial, y cómo esto choca o alimenta la ética profesional. Por ende, las misiones y las secuencias de acciones que conllevan son como escenarios pintorescos donde se mueven los protagonistas, vehículos para ver cómo se llevan uno con el otro, y con ellos mismos. Así se genera una permanente fricción, donde el amor eterno se da la mano con la ruptura explosiva, en un tránsito por los bordes de lo que podría ser una relación tóxica, además de las formas que adquieren el romanticismo o el amor a primera (y segunda, y tercera) vista. En esa estructuración, los personajes que se cruzan con John y Jane Smith (desde vecinos hasta colegas, pasando por adversarios y objetivos) interpelan sus miradas, encarnando de formas particulares el punto de vista de los espectadores, y agregando nuevas capas de sentido y sinsentido. Por esos vericuetos, la serie nos hace seguir a dos personas que dan la sensación de ser un poco psicópatas, otro poco sociópatas, pero también simples neuróticos llevados al extremo de sus mentalidades y sentimientos. Es decir, seres humanos con existencias un poco vacías y que buscan completarse -excesivamente, por supuesto- en el que tienen al lado. Y si el relato arranca por el lado de la fascinación y el histeriqueo mutuo, luego se deja llevar por lo siniestro y amaga con ser una reversión de La guerra de los Roses. Finalmente, pega un giro final un poco más tranquilizador, pero también desconcertante, que deja todo en un limbo entre cómico y melodramático. Esa apuesta por ir hasta los bordes psicológicos y genéricos, haciendo equilibrio entre la empatía y el distanciamiento, lleva a preguntarse cuán exitosa puede resultar la serie. Es que lo de Sr. y Sra. Smith va a contramano de la mayoría de las expectativas que podía haber en su público objetivo, ese que en algún momento vio el nacimiento del fenómeno Brangelina y quería revivir la experiencia. Solo el tiempo dirá si estamos ante un nuevo punto a favor para Glover o un fracaso rotundo.
-Los ocho episodios de Sr. y Sra. Smith están disponibles en Prime Video. Todavía no fue confirmada una segunda temporada.
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