Título original: Ídem
Origen: Argentina
Dirección: Carolina M. Fernández, Carolina Gil Solari
Guión: Carolina Gil Solari, Emilio Guazzaroni
Testimonios: Luky Sandoval, Elba Selva, María Esther Ponce, Virginia Cattaneo, María Fiorelli, Angela Lerena
Fotografía: Aylén López
Montaje: Karina Expósito
Música: Francisco Seoane
Duración: 64 minutos
Año: 2023
4 puntos
LA VICTIMIZACIÓN ANTES QUE LA NARRACIÓN
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
El deporte argentino está repleto de pequeñas grandes historias, de esas que implican superación, pero también lidiar con lo inesperado y hasta lo insólito, en las que los sujetos se encuentran llevando a cabo acciones que nunca pensaron concretar. El de México 71 es otro más de esos relatos ocultos que vale la pena descubrir y que son suficientemente potentes a partir de sus hechos concretos, y no tanto por las interpretaciones ideológicas que el film pretende introducirle desde su presente.
El documental dirigido por Carolina M. Fernández y Carolina Gil Solari aborda la historia de un grupo de futbolistas argentinas que, en 1971, viajó a México para representar a nuestro país en el que era el segundo mundial de esa categoría. Las condiciones en las que arribaron eran prácticamente lapidarias: casi sin apoyo económico, sin preparación previa, sin indumentaria oficial, sin director técnico. Siendo apenas un rejunte de jugadoras que se adaptaron a las posiciones en el campo que se requerían -por ejemplo, una de ellas aceptó ser arquera suplente improvisada-, se las arreglaron para tener un desempeño ciertamente decente dadas las circunstancias y hasta lograron ganarse la simpatía del público local.
Hay una intención muy patente en México 71, que es la de construir un discurso en donde se señala que el machismo imperante en el fútbol argentino busca estigmatizar el papel de la mujer, incluso silenciando y ocultando historias que podrían impulsar un sesgo más igualitario para esa práctica deportiva. Lo cierto es que se generan varios problemas con este sesgo: el primero es que a cada rato hay ruido discursivo e ideológico, una bajada de línea forzada que conspira contra el ritmo narrativo. Ahí tenemos, por caso, todas las intervenciones de la periodista Ángela Lerena, que no están para informar, sino para decirle al espectador cómo pensar. El segundo es que el film ignora algo muy obvio -y a la vez relevante- en toda la historia del fútbol argentino (y del deporte nacional en general), que es el hecho de que el desorden institucional siempre fue a contramano de los proyectos particulares. Para muestra, vale la pena recordar el desempeño de las selecciones de fútbol masculinas en los mundiales de esa época (Argentina se quedó fuera del Mundial 70 y pasó vergüenza frente a Holanda en el 74), que dejan algo claro: no se trataba de machismo, sino de que la desorganización era la norma imperante.
Pero el problema principal que evidencia México 71 es que su preocupación por volcar una multitud de sentencias altisonantes -sobre el machismo, la memoria, la construcción histórica, etcétera- en algo más de una hora le impiden contar apropiadamente la historia sobre la cual hace foco. De hecho, la narración es entre derivativa y desordenada, y solo de a ratos le saca jugo a sus protagonistas, que no solo son extremadamente simpáticas, sino que nunca se ven como víctimas. Esto choca con la puesta en escena de una película que se siente más cómoda señalando los males de la masculinidad, que haciendo preguntas complejas sobre la coyuntura que explora o dándole más espacio para el desarrollo de las mujeres que entrevista. A pesar de tener a mano una historia repleta de matices, México 71 está más preocupada por hablar que por contar, por decirle al espectador cómo pensar que por informarle sobre un hecho que ha tenido poca difusión. Pero bueno, a veces es más fácil ponerse en el lugar de víctima que indagar en la realidad.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: