Por Patricio Beltrami
NdR: Este artículo contiene spoilers.
En su tercer capítulo, She-Hulk: Defensora de héroes profundizó la senda de la sitcom de abogados, aunque también le ha dado más espacio a los conflictos ligados a los superhéroes y todo lo relacionado con el Universo Cinematográfico Marvel (MCU). Igualmente, el envío fue levemente inferior a su antecesor, ya que no todas las subtramas funcionaron de manera óptima y, además, el conflicto central en Superhuman law estuvo mejor sustentado en los dilemas éticos y profesionales de la protagonista. Escrito por Francesca y Jacqueline Gailes y dirigido por Kat Coiro, The people vs. Emil Blonsky inicia con las repercusiones que desató Jennifer Walters (Tatiana Maslany) tras asumir la defensa de Emil Blonsky / Abomination (Tim Roth). En el episodio más meta hasta el momento, se exhiben tweets y videos de hombres enojados porque las mujeres están copando el universo de superhéroes, hartos de las versiones femeninas de reconocidos personajes, con Hulk o Thor. Asimismo, los medios de comunicación se muestran interesados en hurgar en la vida privada de She-Hulk, inventando un romane con su cliente o peleas con Los Vengadores. Más allá del hostigamiento virtual o mediático, el discurso feminista y la crítica al machismo, la misoginia e, incluso, a los detractores de la serie (como la protagonista, el discurso también rompe la cuarta pared), se impondrá en uno de los casos de la semana. Hablándole al espectador en medio de una autopista mientras su auto avanza, Jennifer reflexiona sobre las participaciones estelares en la sitcom, clásico del género que She-Hulk explota desde el inicio. En principio, Jennifer interroga a Blonsky por haber violado su encierro al participar de peleas clandestinas. Ante ello, afirma que no solo había dejado su celda obligado por Wong (Benedict Wong), sino que también proclama que siempre había vuelto a la cárcel voluntariamente. Mientras Nikki (Ginger Gonzaga) intenta contactar a Wong enviándole fotos sexis con libros a través de LinkedIn, She-Hulk rechaza defender a su ex compañero Dennis Bukowski (Drew Matthews), estafado por una elfa asgardiana transformada en la cantante Megan Thee Stallion. A partir de ahí el capítulo se divide en dos partes. Por un lado, la trama central, constituida por el juicio contra Blonsky, se desarrolla efectivamente, ya que se sustenta en las virtudes de Maslany, Wong y Roth para la comedia. Entre un Wong flojo de ética (guiño de a la complicada resolución de Spider-Man: Sin camino a casa), un juicio donde todo sale mal y Blonsky, constantemente al borde estropear la defensa, Jennifer consigue un veredicto favorable para que su cliente pase el resto de su sentencia en una cabaña junto a sus siete almas gemelas. En tanto, el otro caso posee pocos momentos de lucidez en la comedia y, además, resulta algo previsible, donde se recurre a lo discursivo para dejar en ridículo al machista Dennis. Por último, cuatro jóvenes con herramientas encantadas abordan a Jennifer en una calle oscura, pero los vence tras convertirse en She-Hulk. Mientras Walters se da cuenta que su vida como heroína le depara nuevos peligros, los asaltantes lamentan no haber cumplido el pedido de su enigmático jefe: conseguir una muestra de la sangre de She-Hulk. En tanto, la escena postcréditos, que despertó la ira de miles de usuarios de redes sociales, selló la amistad de She-Hulk y Megan Thee Stallion, quienes terminaron a puro perreo en la oficina como un homenaje a la invitada de la semana. Si bien respeta el formato de subtramas de la sitcom, lo mejor de The people vs. Emil Blonsky ocurre en la línea principal del relato. La mezcla de la sospechosa redención de Blonsky, la impunidad de Wong y una Jennifer desbordada provocaron que el juicio fuera imprevisible e hilarante, un espacio para desarrollar la comedia que caracteriza a la serie. Al contrario, el otro caso buscó castigar a un personaje machista a partir de una estafa deslucida y giros predecibles. Finalmente, se introdujo cuál será el conflicto superheroico de la temporada, posiblemente vinculado con uno de los santos griales del MCU más terrenal: el suero del supersoldado.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: