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La invasión japonesa: entre Oriente y Occidente

Por Cristian Ariel Mangini

(@Masterzio84)

Célebre tragamonedas de Sega, la Sega Bell.

Esta semana continuamos con este preámbulo antes de meternos de lleno con la Tercera generación de consolas. En nuestra nota anterior hablamos de Nintendo y en este caso hay que hablar de la otra “pequeña” empresa que irrumpió en el mercado para tomar las dimensiones gigantescas con que la conocemos actualmente. Sega esta históricamente vinculada a su mascota de los noventas, el puercoespín azul Sonic que se ha vuelto una celebridad tan conocida como Mario, con un fuerte aparato de merchandising y videojuegos icónicos que marcaron un antes y un después en la industria. A menudo más agresiva en la guerra de consolas que inició con Nintendo en los ochentas, a diferencia de la gran N tiene sus orígenes más arraigados en la tecnología y los videojuegos. Sin embargo, lo sorpresivo de Sega es que sus orígenes no residen en Japón, como habitualmente se cree.

A diferencia del confuso origen del nombre Nintendo, Sega tiene un significado mucho más llano y claro: Service Games, que lo podemos traducir como “juegos del servicio”. ¿Qué servicio? Pues el servicio militar y se apuntaba al de Estados Unidos, es decir, en un comienzo Sega era una empresa norteamericana. Sega nace post Segunda Guerra Mundial en Hawái con la finalidad de distribuir máquinas tragamonedas para el uso de las fuerzas estadounidenses establecidas en el continente asiático. Un entretenimiento sobre el cual Irving Bromberg tenía dominio y había innovado desde la década del treinta en territorio estadounidense. Ahora con su hijo Martin Jerome Bromberg y un socio, James Humpert, decidieron dar el paso de formar Service Games en 1946. El negocio fue próspero hasta 1951 que el Congreso de Estados Unidos prohibió la utilización de máquinas tragamonedas en bases militares dentro del territorio estadounidense. Pero el asunto no termina aquí ya que Service Games decide expandirse a Japón en 1952, buscando en los asentamientos militares de allí un nuevo lugar donde establecerse. Así nace Service Games, Japan; dando lugar al germen de la leyenda.

Pero por ahora si bien nos mantenemos en el campo del entretenimiento, poco tiene que ver lo de Service Games con los videojuegos sino con ser el líder de la industria de tragamonedas. Esto lo va a conseguir al expandirse a lo largo de Oriente y exportando hacia el continente europeo a lo largo de la década del cincuenta. A comienzos de los sesenta la compañía es liquidada, dando lugar a dos compañías: la primera es Nihon Kikai Seizou y la segunda es Nihon Goraku Bussan. Esta última es la que nos interesa porque Kikai Seizou sería absorbida cuatro años después por Goraku Bussan, pero además es la que conserva el nombre de Sega en sus negocios. Su perfil a comienzos de los sesentas vira hacia las queridas rocolas, en primera instancia importando los productos de la marca líder Rock-Ola y luego produciendo sus máquinas originales. Este éxito va a encontrar una nueva forma de desarrollarse con la adquisición de Rosen Enterprises, una compañía centrada en cabinas para tomar fotos insertando una moneda. Sin embargo David Rosen, el dueño de Rosen Enterprises, también había manifestado su interés hacia los juegos electromecánicos, y ese interés se trasladará cuando Nihon Goraku Bussan y Rosen Enterprises se unan, dando lugar a Sega Enterprises en 1965.

El Zaxxon fue uno de los primero éxitos de Sega y un influyente Shoot’em up isométrico.

Además la compañía tendrá nuevamente su base en Estados Unidos cuando sea adquirida por Gulf+Western en 1969, una compañía que vio la oportunidad de expandir los negocios de Sega a través de las máquinas de pinball. Mientras la subsidiaria de Japón permanecía en un segundo plano, la norteamericana crecía en el establecimiento de salas arcade que fueron un gran éxito entre los sesentas y los setentas, creando los “Sega Center”, donde además de los mencionados pinball había distintos juegos electromecánicos, los predecesores de los videojuegos. Por supuesto, cierto pequeño acontecimiento vinculado a Atari y un juego llamado Pong despertará el interés de la compañía por los videojuegos. Sega va a encontrar durante esta primera etapa en Norteamérica un éxito aceptable gracias a juegos arcade como Turbo (1981, Sega), Zaxxon (1982, Sega) y la distribución del legendario Frogger de Konami. Pero los problemas financieros de Gulf+Western llevaron a que el conglomerado venda a la rama estadounidense de Sega, impidiéndole de desarrollar productos. David Rosen, aún en la compañía, va a ver el futuro de Sega en la subsidiaria de Japón.

Establecida definitivamente en Japón, Sega producirá videojuegos para los populares centros arcade, adaptándose luego a distintas consolas. El interés por las consolas hogareñas no termina aquí: Sega va a encargarse de la distribución de la Colecovision en 1982, operación que inicialmente fue exitosa hasta que el impacto de la crisis post Segunda generación de consolas la transformó en un rotundo fracaso. Sin embargo, la compañía ya tenía definido lanzar en 1983 la SG-1000, poniendo su pie en la Tercera generación de consolas y abriendo una nueva puerta para las consolas hogareñas que continuaremos explorando en las próximas semanas.


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