Por Mex Faliero
La última película de Pixar se llamó Soul, y curiosamente el “soul”, el “alma”, es lo que parece ponerse en juego cada vez que la compañía de cine animado pega algún volantazo o evidencia un cambio de búsqueda en su producción. Soul, como Intensa-Mente, es una muestra de ello. Hace algunas semanas hablábamos (acá) de la baja calidad de los últimos cortometrajes de Pixar, más preocupados en la diversidad y la corrección política, que en seguir una de las tradiciones más notables del cine contemporáneo. Bien, eso parece haberse corregido un poco con Madriguera, el corto que acompañó el estreno de Soul y que retoma ese espíritu de humor cartoonesco y gestos emotivos de la mejor cosecha de la compañía. Sin embargo, hay más para volver a creer: se trata de una pequeña producción de animaciones integrada bajo el sello Pixar Popcorn, que puede verse por la plataforma Disney+, y que trae de regreso a los clásicos personajes de las películas de Pixar. Hay cortos (cortísimos, pasan apenas los dos minutos) con personajes de Toy Story, Buscando a Nemo, Los Increíbles, Coco, Cars y más. Hay, y es evidente, una conexión con los viejos cartoons de la televisión que mirábamos a la tarde (bueno, los que íbamos a la escuela a la mañana), historias sin mayor búsqueda que la de construir una serie de gags físicos perfectos, algunos pavotes, otros muy virtuosos, pero sin la densidad de una historia detrás ni de tener que agradarle a todo el mundo. Los hay mejores y peores, claro, pero esta decena de cortos vuelve a mostrar la vocación por la comedia que siempre fue el fuerte de la compañía. Pixar Popcorn, además, tiene la virtud de mantenernos con vida a los clásicos personajes sin necesidad de pensar nuevas secuelas. Y si tenemos noticias de Buzz, Dory, el Rayo, la familia Parr y los demás integrantes de la troupe, si sabemos que están bien y siguen divirtiéndonos, podemos descansar tranquilos. El alma de Pixar nos vuelve al cuerpo.