Título original: Ídem
Origen: Argentina
Dirección: Diego Musiak
Guión: Diego Musiak
Intérpretes: Nacho Gadano, Rocío Igarzabal, Nahuel Monasterio, Matías Desiderio, Pedro Tolchinsky, Daiana Provenzano
Fotografía: Ricardo De Angelis
Montaje: Diego Musiak, Juan Pablo Copelo
Música: Kevin Mac Leod Kai Engel
Duración: 90 minutos
Año: 2020
3 puntos
SIN CONFLICTO
Por Rodrigo Seijas
Si Encontrados parece pretender ser un drama concentrado, donde un solo espacio encapsule todos los conflictos, termina encontrándose con un obstáculo insalvable. Y ese es la carencia de conflictos, o más bien la imposibilidad de construirlos apropiadamente, porque nunca tiene claro cómo cumplir sus objetivos y con qué herramientas.
El film de Diego Musiak transcurre mayormente en una bella casa, ubicada en una locación paradisíaca, propiedad de Oscar (Nacho Gadano), un acaudalado ejecutivo de las finanzas, cuyos negocios no parecen precisamente transparentes. Su noviazgo con Malva (Rocío Igarzábal), una bloguera/escritora/periodista -nunca queda del todo claro su profesión, ni por qué a cada rato debe irse para “entregar un artículo”-, fluye sin problemas, hasta que claro, llegan los problemas. Y esos problemas se corporizan en Franco (Nahuel Monasterio), su hijo biológico al que dejó atrás, que arriba a su hogar tratando de encontrar su identidad luego de la muerte de su madre. A partir de ahí se da una convivencia forzada, que desde distintos niveles pone en crisis a los protagonistas.
Las ambiciones de Musiak lo llevan a querer transitar temas como lo identitario, las diferencias de clase, las grietas generacionales y la mirada machista. Todo eso en el contexto de un drama íntimo donde sobrevuelan -apenas- el erotismo y el despertar sexual, además de una especie de subtrama policial que nunca llega a estar del todo clara. Sin embargo, esa estructuración no se cae por la pesadez de elementos acumulados, sino por su liviandad: si el film parece querer contar un montón de cosas a partir de su triángulo de personajes, nunca llega a desarrollar con solidez ninguna de sus vías narrativas y temáticas. No hay un verdadero conflicto que impulse la trama y por eso el guión cae en varios tiempos muertos -donde ni siquiera hay algo parecido a la contemplación o la reflexividad- y hasta pareciera inventar situaciones para acumular minutos (hay un pasaje donde Franco queda “atrapado” en el patio, sin poder ingresar a la cama, que es un poco insólito).
Para colmo, Musiak se contradice casi de manera constante: por ejemplo, pareciera criticar la pulsión por acumular plata de Oscar, pero la cámara no para de regodearse en el lujo en el que vive; y si observa con desdén su actitud posesiva con Malva, ella no llega a ser nunca algo más que el cuerpo de Igarzábal. Esas contradicciones no dejan de ser lógicas: el relato despliega lugares comunes, estereotipos y esquematismos -lo cual incluye algunos personajes de reparto que solo parecen estar para sumar minutos-, pero nunca en función de darle una verdadera entidad a los protagonistas. Encontrados es una película que se pierde en su propio y pequeño laberinto, girando en el vacío desde el principio hasta el final.