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Funcinema

A prayer before dawn

Título original: Idem
Origen: Inglaterra / Francia / China / Camboya / EE.UU. / Alemania
Dirección: Jean-Stéphane Sauvaire
Guión: Jonathan Hirschbein, Nick Saltrese, basados en las memorias de Billy Moore
Intérpretes: Joe Cole, Vithaya Pansringarm, Panya Yimmumphai, Pornchanok Mabklang, Billy Moore, Sonephet Inthisome, Nicolas Shake, Rex Basbas, Pongrapee Rodmanee, Russel Galupo, Nichakran Nabumrung, Siriwej Jaroenchom
Fotografía: David Ungaro
Montaje: Marc Boucrot
Música: Nicolas Becker
Duración: 116 minutos
Año: 2017


9 puntos


GOLPE A GOLPE…

Por Rosana López

(@rousisattack)

Siempre sucede que en las películas basadas en hechos reales los espectadores duden de la veracidad total de lo narrado. Pero la historia del ex boxeador inglés Billy Moore -contada en el libro que lleva el mismo nombre de la película- y su odisea en las paupérrimas cárceles de Tailandia parece demostrar como la cruenta realidad supera a cualquier ficción de drama penitenciario.

Moore, quien fuera condenado por posesión de drogas, robos y tenencia de arma de fuego en aquellas tierras asiáticas se vio envuelto en un infierno durante su estadía en prisión. Y la puesta en escena de esta película escueta y densa, lo retrata con la justa combinación de un drama hondo y de una carga emocional pesada que se debate entre la autodestrucción individual del protagonista y la supervivencia de convivir entre lo violento del día a día de esas bandas criminales que allí habitan. Las condiciones infrahumanas e insalubres de ese hábitat son retratadas con normal cotidianidad para demostrar una realidad tan ajena y cercana a la vez, si lo comparamos con nuestro pésimo y bastante similar sistema carcelario. Es lo que vuelve a la historia de una carga enorme de veracidad, por tanto, escalofriante e hiriente a cada minuto como si se tratase de un documental lleno de sufrimiento.

El contexto deportivo del Muay Thai, un estilo de boxeo mezclado con la disciplina de artes marciales y un poco de “vale todo”, es sólo un soporte secundario pero esencial para sostener una vía de escape hacia la autosuperación personal del protagonista. A favor la impecable actuación de Joe Cole (el menor de los hermanos Shelby en la serie Peaky Blinders), que ya parece acostumbrado a estos papeles crudos y violentos. Su personaje es medianamente empático pero convincente al personificar a un padeciente Moore, que se levanta una y otra vez ante las diferentes batallas contra sus adversarios y el karma de la vida misma.

A prayer before dawn tal vez peque de cierta repetición en su primera hora. Lo que la vuelve un poco pesada y larga en su esquema narrativo, producto tal vez de que su director Jean Stephane Sauviere, quien fuera colega del polémico Gaspar Noé, busca recalcar ese infierno gigante que tolera el personaje extranjero. Con este cuarto film, Sauviere parece retratar más una denuncia de ese crítico sistema institucional tremendista y llano que contar la construcción de una leyenda naciente como en los casos de Million Dollar Baby o la clásica Rocky. Sin embargo, mantiene esta temática con correcto tono y discurso lejos de todo golpe bajo.

Es por ello que se agradece a su favor el no caer, pese a su relato duro y sincero, en una resolución conmovedora y facilista o de cierre tradicionalmente feliz. Por el contrario, A prayer before dawn expone una historia potente, cruda e interesante con pasajes difíciles de olvidar, que la convierten en una revelación dentro del género.

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