Título original: Captive State
Origen: EE.UU.
Dirección: Rupert Wyatt
Guión: Erica Beeney, Rupert Wyatt
Intérpretes: John Goodman, Ashton Sanders, Jonathan Majors, Vera Farmiga, Kevin Dunn, James Ransone, Alan Ruck, Madeline Brewer, Machine Gun Kelly, Kevin J. O´Connor, Ben Daniels, Caitlin Ewald, D.B. Sweeney
Fotografía: Alex Disenhof
Montaje: Andrew Groves
Música: Rob Simonsen
Duración: 109 minutos
Año: 2019
6 puntos
SI HAY VIDA, HAY RESISTENCIA
Por Melody San Luis
Ya hay muchas películas de invasiones extraterrestres. La rebelión es una más y seguro que pasa desapercibida. Sin embargo, tiene varios elementos argumentales de gran valor. En la simpleza de su trama deja planteadas ciertas estructuras que llaman a hacerse preguntas.
Pasado ya casi diez años de una invasión extraterrestre, los humanos viven un régimen estricto, bajo el mando de los alienígenas. Pero esta dominación tiene como mayor elemento el apoyo de gran parte de los humanos, mientras que los que no están de acuerdo callan o viven escondiéndose en las áreas que no han sido reconstruidas. Rebelarse ante este sistema es la cuestión. La frase que une a esta resistencia reposa en la fe de que “un fósforo puede hacer arder una guerra”. Es, sin dudas, un lema que llama la atención. El triunfo de las utopías es un sueño que siempre enamora.
La rebelión tiene un comienzo muy bueno, cargado de información de cómo se vive desde que fueron invadidos. Uno de los datos más llamativos es que la brecha entre ricos y pobres nunca había sido tan alta. Todo da a entender que hubo hombres que se beneficiaron con la invasión y que, por eso, toman partido por ellos. Este es un elemento muy importante, ya que hay hombres que apoyan con convicción el nuevo sistema de vida (cualquier analogía con la realidad es pura coincidencia).
A diferencia de otras películas del género, vemos muy pocas veces a los extraterrestres. Se nos informa, sí, que están recluidos. Pero, claramente, la película nos muestra cómo la dominación está dada más por el convencimiento (de que se vive mejor, o que no se puede hacer nada) que por la coerción. Es así como, aunque la trama no es muy compleja, logra llamar mucho la atención la resistencia al sistema.
El suspenso está bien trabajado, manejando la intriga desde la musicalización y los diálogos. Pero salvo el interpretado por John Goodman, los personajes no tienen ningún atractivo. Esto, en conjunto con algunas escenas previsibles, llevan a que La rebelión no logre llamar del todo la atención y desaproveche ciertas premisas.