Varios elementos reconocibles en films de acción de décadas pasadas se combinan en esta historia de robo, persecución y redenciones de gente con muchos problemas, no todos solucionables, ni con dinero, ni a los tiros.
Una película de acción sin el más mínimo rigor, con un Kellan Lutz sin la presencia adecuada para ser héroe de acción, y desempeños muy flojos de Bruce Willis y Gina Carano.