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Persecución al límite

Título original: Collide
Origen: EE.UU / Alemania / China
Dirección: Eran Creevy
Guión: F. Scott Frazier, Eran Creevy 
Intérpretes: Nicholas Hoult, Felicity Jones, Anthony Hopkins, Ben Kingsley, Marwan Kenzari, Aleksandar Jovanovic, Christian Rubeck, Erdal Yildiz, Clemens Schick, Johnny Palmiero, Joachim Król, Michael Epp
Fotografía: Yunus Pasolang
Montaje: Arifin Cu’unk
Música: Aria Prayogi, Fajar Yuskemal
Duración: 99 minutos
Año: 2016


4 puntos


ESTRELLADOS

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

No deja de llamar la atención cómo Persecución al límite va acumulando diferentes líneas narrativas dentro de la trama central: un joven llamado Casey (Nicholas Hoult) se cruza durante una fiesta en Alemania con Juliette (Felicity Jones), se enamora prácticamente al instante y decide dejar su vida como traficante; el amor entre ellos crece, se consolida, pero en un momento a ella le detectan una enfermedad terminal; para pagarle la operación correspondiente, él resuelve volver al crimen, participando en un robo a un camión repleto de drogas; pero el asunto sale mal y Casey se verá metido en una disputa entre dos mafiosos de alto rango interpretados por Anthony Hopkins y Ben Kingsley.

En verdad, si se lo piensa, el argumento es simple: chico quiere salvar a chica, pero las cosas se complican. El problema es que todos los componentes de la película de Eran Creevy están abordados sin la estructuración necesaria: todo queda desperdigado o entremezclado en los momentos menos indicados, con los que el relato nunca fluye de manera pertinente.

Quizás lo mejor de Persecución al límite esté en lo que promete a su horizonte de espectador: hay un par de persecuciones en las autopistas y pueblos alemanes que adquieren un gran vértigo cuando Creevy privilegia el montaje en el plano y lo que vive Casey mientras huye como puede en distintos autos de mafiosos y policías. Claro que incluso esas secuencias se ven empantanadas por referencias seudo poéticas a Juliette, quien también se verá en peligro por sus acciones. Es como si el film quisiera no solo construir un thriller de acción, sino también una historia de amor cuasi melodramática, donde todo parece estar permanentemente al borde de la tragedia, aunque su planteo es tan superficial y edulcorado que da la impresión de que Nicholas Sparks hubiera dado una mano en el guión.

Pero lo peor, por lejos, está en lo que podía prometer más garantías: tanto Hopkins (repitiendo ticks de El gran secuestro de Mr. Heineken, RED 2 y El rito) como Kingsley (en plan Bestia salvaje, pero mal) están imbancables, montando showcitos personales y rivalizando en sobreactuación. En consecuencia, tenemos no uno, sino dos villanos que se restan mutuamente y a lo que se está contando, con lo que Persecución al límite solo termina teniendo a su vacuo héroe para sostenerse. En el medio, Hoult y Jones hacen lo que pueden, mientras Creevy aporta algunas ideas visuales y un par de vueltas de tuerca que estiran el relato, que en verdad ya a mitad de camino descarrila sin remedio. Co-producción entre el Reino Unido y Alemania, aunque también mirando a Estados Unidos, Persecución al límite es de esos films donde las partes, definitivamente, no hacen un todo.

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