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Sergio Mazurek: “El objetivo era asegurar al espectador un viaje por un extraño universo”

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

sergio_mazurekEl jueves 20 se estrenó Ecuación, los malditos de Dios, segundo film de Sergio Mazurek, realizador de Lo siniestro. La película reelabora una serie de mitologías y aborda la historia de un médico que empieza a ver cómo comienza a rodearlo una inexplicable cadena de muertes, que tienen como eje común la presencia de un misterioso anciano. En charla con FANCINEMA, el cineasta contó los orígenes del proyecto, las estructuras narrativas y estéticas a las que recurrió, su visión sobre el cine de terror y cómo ve el panorama del género en la Argentina, entre otras cuestiones.

-¿Cómo surgió la idea para el proyecto? ¿Qué aspectos fueron cambiando a lo largo de su concreción?
El guión de la película Ecuación, los malditos de Dios surge a partir de un mito urbano argentino. De las investigaciones realizadas por los escritores Guillermo Barrantes y Víctor Coviello para los libros de la saga Buenos Aires es leyenda, decidimos tomar la leyenda del Angel de la Muerte del Hospital Rivadavia, una estatua que representa, justamente, a un ángel con alas desplegadas, a la que le atribuyen una serie de muertes. A partir de ello, otro de los temas centrales de la película es la muerte, acontecimiento ineludible y de alguna manera absurdo y misterioso, soportado con ignorancia y pasividad, difícil de aceptar sin objeciones ni miedos, que trae consigo los misterios de la misma y principalmente los temores. El miedo a lo desconocido, entre otros miedos, nos posibilitó adentrarnos en los extraños universos que nos generan nuestras fantasías, espectros y pesadillas. Es por eso que el tema de la muerte está presente en la gran mayoría de los mitos y leyendas urbanas. Y, por supuesto, en el cine de género fantástico. A partir de estos temas Guillermo, guionista de Ecuación, propone la elaboración de una mitología, agregándole a la historia elementos basados en los Evangelios, referidos a los hijos de Adán y Eva, y más precisamente al asesinato de Caín, y la consiguiente represalia de Dios sobre él. De ahí surgen los malditos de Dios, que Guille toma de los pasajes bíblicos del capítulo 4 del Libro del Génesis, en donde se cuenta cuando Dios declaró que Caín, el primogénito de Adán y Eva, estaba maldito y colocó sobre él una marca como advertencia.

-El film presenta un particular choque entre la cotidianeidad urbana con lo sobrenatural y siniestro. ¿Cómo pensaste ese cruce desde la puesta en escena y el montaje?
Desde el comienzo la idea era construir desde el género una historia fantástica sobre una leyenda urbana de estos extraños personajes que se relacionan de manera muy especial con la muerte. El objetivo era encontrar la puesta en escena que asegure al espectador un viaje que atraviese, de la mano del protagonista, por un extraño universo y participe en su lectura, de la experiencia de quiebre del juicio de realidad, que también es la descomposición del tejido que la sostiene y configura. Generando miedo de un mal que amenaza, de un peligro latente que se teme, que se siente, mediante los elementos necesarios para proponer un recorrido por la mente de Hermes, el protagonista, que se deja llevar a un universo donde se hace difícil discernir si se nos ha conducido al mundo real o a un mundo fantástico. Es la realidad lo que se quiebra cuando irrumpe la muerte y nos sitúa en el campo de lo siniestro. Para esto, mediante una puesta de cámara inquietante se sugiere una presencia no mostrada, la muerte como una secreta voluntad que anima el universo y puebla todo lo que rodea a Hermes.

-¿Cómo fue el armado del elenco y el trabajo con los actores para encontrar el tono requerido para el film?
De acuerdo a lo que yo entendía, el film requería no hacer casting para el armado del elenco, sino que era primordial ir por actores que conocía bien, como Carlos Echevarría, con el que tuve la suerte de trabajar en mi película anterior, Lo siniestro. Con Carlos fue un caso especial ya que a partir que nació el protagonista, Hermes, yo lo veía con su rostro. Por lo tanto, fue el actor a quien primero me acerqué. Y por suerte le gustó el libro y rápidamente aceptó el desafío de interpretar a este complejo personaje que está siempre presente. Con Roberto Carnaghi no tenía ninguna duda, quería que estuviera en el proyecto por su experiencia y calidad actoral. Tuve la suerte de que se enganchó con el proyecto. Pero también con otros que ya había visto actuar en distintos trabajos y que tenía muchas ganas que se plegaran al film, como Marta Lubos, Jorge Booth , María Laura Cali y Eduardo Ruderman. En otros casos, como Diego Alfonso y Verónica Intile, que por recomendaciones tuve la posibilidad de acceder a trabajos que me demostraban desenvolvimientos que me resultaban ideales para los personajes.

-¿Tomaste como referencia otras películas o directores? ¿Cuáles?
No, no trabajamos con referencias de otras películas y/o directores en Ecuación. De cualquier manera uno está atravesado por un sinnúmero de películas, series, libros, etcétera, que hacen que sea muy difícil conocer a ciencia cierta cuáles son las influencias certeras de la obra. Seguramente existirán algunas cosas que son aportadas de un lado y otras de otro. Con Guille nos une la pasión por films y autores del género fantástico como Brad Anderson, John Carpenter, Duncan Jones, James Mangold, George Romero, Peter Medak y muchos más. Principalmente por películas como Session 9, El maquinista, La cosa, En la Luna, 8 minutos antes de morir, Identidad, entre otras. Creo que en el caso de Ecuación la mayor fuente de inspiración provino, como buenos amantes del género que somos, de los mitos urbanos, de las investigaciones que Guille y Víctor venían realizando en la exitosa saga de libros Buenos Aires es leyenda.

-¿Qué continuidades y/o rupturas ves entre Ecuación y tu anterior película, Lo siniestro?
Entre Lo siniestro y Ecuación veo la continuidad de mantenerme en el género y la de haber logrado conservar algunos de los que me acompañaron en el equipo técnico, como Fabián Forte , Daniel de la Vega , Guille Gatti, Pablo Isola, que me aseguraba mantener un nivel técnico de lujo y especialista en el género.En cuanto a los puntos de ruptura, lo principal fue buscar dar un salto cualitativo en algunos aspectos que entendía podían hacer crecer el proyecto, como trabajar un guión más complejo y ambicioso, tener una producción un poco más holgada, para poder, entre otras cosas, aportarle una imagen más trabajada y potente al film

-¿Cómo ves la evolución del terror y el suspenso en el cine argentino de los últimos años?
Durante mucho tiempo intentar hacer cine de género en Argentina consistía en una empresa casi imposible. Era muy difícil obtener los subsidios del INCAA, necesarios para encarar estas producciones. Pero esto fue cambiando en los últimos años. Surgieron, de a poco, realizadores y productores interesados en hacer este tipo cine, en contar este tipo de historias, y a fuerza de insistencia comenzaron a salir subsidios para películas de este género. También fue muy importante la existencia del BARS, Buenos Aires Rojo Sangre, el festival de cine de terror, fantástico y bizarro, como pilar y emblema de este crecimiento.
Daniel de la Vega ( Hermanos de sangre, Necrofobia), Hernán Moyano (Sudor frío, Habitaciones para turistas), Fabián Forte (El muerto cuenta su historia, La corporación), Sergio Esquenazi (Visitante de Invierno, Número 8), Ezio Massa (2/11 Día de los muertos, Cacería), Pablo Parés (Daemonium, Plaga zombie), Gonzalo Calzada (Resurrección, La plegaria del vidente), y muchos otros más, pudieron realizar sus películas de género en Argentina. Incluso hoy tenemos la Liga de Cine de Género Argentina, que agrupa a profesionales audiovisuales y gestores culturales del cine de terror, ciencia ficción, fantástico y thriller nacional. También hay un espacio en Ventana Sur, Mercado de Cine Latinoamericano respaldado por el INCAA, que es el Blood Windows, una plataforma de promoción de talentos latinoamericanos especializados en cine de género fantástico. Como conclusión, si bien sigue siendo bastante complejo hacer un cine de este género en Argentina, ya que los subsidios son bastantes reducidos con respecto a los presupuestos necesarios como para desarrollar acabadamente estas películas, actualmente tenemos importantes mejoras que estamos seguros seguirán avanzando.

-¿Qué expectativas tenés de cara al estreno del film?
Las mejores expectativas. Principalmente que le permitan a la película tener el tiempo necesario en cartel para encontrar su público. Y que este público pueda disfrutar la película. Que en definitiva es para lo que uno hace cine.

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