No estás en la home
Funcinema

Recapitulación de Hannibal: The number of the Beast is 666

Por Cristian Ariel Mangini

(@Masterzio84)

hannibalAhora que nos acercamos al último episodio para narrar el final de no sólo el arco de El dragón rojo, sino también de la tercera y –se presume- última temporada de Hannibal, las piezas han sido ubicadas para que todo estalle. En este episodio se han tomado decisiones cuestionables, además de alguna secuencia que parece extrañamente aislada, pero logra impactar y mantiene el buen nivel de esta temporada, además de prepararnos para cerrar el relato de la serie en un capítulo que tendrá en el ojo de la tormenta a Will Graham. Pero éste, que ha sido uno de los capítulos más perturbadores, nos deja, sin embargo, con algunas preguntas.

El episodio nos pone inmediatamente en el plan de Will para finalmente atrapar al dragón rojo haciéndolo enojar para que salga de su madriguera. Obviamente Will no está demasiado contento con las consecuencias emocionales del ataque a su familia, viendo entonces la oportunidad de pasar a la ofensiva utilizando todas las armas que tiene a su disposición. Usa entonces tanto a Freddie Lounds, la molesta periodista que sabe explotar el amarillismo y provocar a quien se le cruce, como a Frederick Chilton, que vuelve con su saludable cinismo a abrir el episodio en un tenso diálogo con Hannibal. La idea es utilizar una nota periodística para provocar y poner en evidencia al asesino, quien de esta formar iría contra Will y en ese momento la policía podría atraparlo.

Pero la cuestión no sale del todo bien, ya que en lugar de Will, Dolarhyde va contra Chilton, que parece que no tenía los mejores guardaespaldas a su disposición. El pobre Chilton la pasa realmente mal, con algunas de las secuencias más brutales que haya puesto la serie en pantalla, con actuaciones de Richard Armitage y Raul Esparza que están entre lo mejor que haya entregado la serie. Sin embargo el tipo, que tiene más vidas que Connor de Highlander, logra sobrevivir, no sin secuelas que lo ponen entre la vida y la muerte, presumiblemente siguiendo el mismo destino que Freddie Lounds en el libro y las adaptaciones cinematográficas (que muere en el hospital por las heridas). En un giro comprendemos que Will, que sabemos que no tenía demasiado afecto por Chilton, había mandado un sutil mensaje que habría influido para que Dolarhyde vaya contra el desafortunado psiquiatra. Durante el diálogo con Bedelia, Will lo admite con una figura dantesca, el “contrapaso”, una de las bases para comprender la Divina Comedia. Por supuesto, el fallido plan ahora llevará a que Will piense una forma de enfrentar al dragón rojo de una vez por todas, en particular cuando se trata de horas desesperadas para Reba, que descubre de la peor forma posible que su ex amante es un asesino serial con más de un problemita.

Pero vamos a los cuestionamientos de este capítulo que, más allá de las quejas que se puedan hacer, está dirigido solventemente por Guillermo Navarro, en particular por la forma en que sobrelleva el duelo actoral entre Esparza y Armitage. La crudeza de las imágenes y la violencia que se pone de manifiesto durante la tortura a Chilton es efectiva pero, en cierto sentido, abandona un código interno que venía teniendo la serie. Me explico: Hannibal no se trata de una serie donde la violencia aparezca de forma gráfica y explicita, precisamente, su costado perturbador (en particular durante la primera temporada) es que la muerte aparecía a menudo de una forma estilizada hasta el absurdo. Ocasionalmente esto no se ha respetado, pero nunca había llegado a los límites que plantea este episodio. Imagínense lo que habría sucedido si el peso de la violencia en las imágenes, en el momento en el que el asesinato o la tortura es cometido, se hubiera trasladado a cada uno de los psicópatas desde la primera temporada: probablemente estaríamos hablando de otra serie. Por otro lado, la secuencia del secuestro de Reba que cierra el episodio aparece aislada sin ningún tipo de explicación, más allá de añadir tensión al desenlace de Hannibal.

Con tan sólo un episodio para cerrar la serie, nos espera un final memorable que está cargado de expectativa, en particular porque más allá de seguir los lineamientos de Harris, la serie producida por Bryan Fuller tiene algunos puntos donde cambia drásticamente el material original. Por otro lado, y más allá de que aún no hubo una cadena que haya salvado a Hannibal –se mencionó a Netflix y Amazon, pero no prosperó-, los productores y el mismo Fuller han dicho que si bien el final de temporada será conclusivo, lo ven más como un cierre de temporada que como el fin de la serie.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.