No estás en la home
Funcinema

Matías Bragagnolo: “una snuff sería la consecuencia de una o varias perversiones aisladas”

Por Cristian Ariel Mangini

(@Masterzio84)

matias bragagnoloMatías Bragagnolo es autor de Petite Mort (Del Nuevo Extremo, 2014), obra con la que se ha consagrado dentro de las nuevas voces del policial negro nacional. Si bien desde FANCINEMA no nos adentramos con frecuencia en el mundo literario, el ineludible vínculo del libro con el séptimo arte nos hace prestar especial atención a este relato.

Formalmente barroca, permitiéndose hacer uso de varios registros para narrar lo que sucede -desde el liso y llano policial negro hasta el guión cinematográfico o el ensayo-, la crudeza de sus imágenes se sumerge en la oscuridad de la pornografía más marginal hasta dar con el núcleo de la novela, las snuff. Deslizándose con humor negro por algunos pasajes, sin embargo Bragagnolo se permite singularizar el horror de lo que está sucediendo hasta permitirse un epílogo reflexivo que, en su carácter distópico, se encuentra cargado de humanidad hasta sus últimas palabras. Por otro lado, también pone en evidencia cómo a  pesar de que la existencia de un mercado de este tipo de películas ha sido desde siempre algo incierto, resulta en el cine un elemento presente desde que la imagen donde se captura la muerte ha sido fruto del morbo. Aquí hablamos un poco de cómo se gestó su obra y el vínculo con el cine.

-¿Qué te empujo a meterte en el mundo del porno para realizar un policial negro?
Había estado leyendo a Georges Bataille, y me había resultado lógico el carácter sexual atribuible a la fascinación por el sacrificio humano como espectáculo. Por lo tanto, consideré que parte de la novela podía ser desarrollada con el mundo de la pornografía como marco.

-En tu relato se intercala la ficción con documentos de la realidad, mostrando que las snuff son inexistentes pero podrían existir, planteando la duda. ¿Creés que existe un mercado de películas snuff o lo ves más como un mito?
No se me ocurre que pueda existir algo tan organizado o de tantas dimensiones como para llamarlo “mercado”. Pero puede suponerse con facilidad que desde que existe la posibilidad de realizar una filmación casera existe la posibilidad de filmar una muerte real orquestada.

-¿Creés que, de existir, las snuff sean una consecuencia del porno?
No, en absoluto. De existir, una snuff sería la consecuencia de una o varias perversiones aisladas. Lo contrario sería similar a afirmar que la violencia de los barrabravas es una consecuencia del fútbol televisado, por ejemplo.

-Tu vínculo con el cine aparece de forma explícita en el capítulo Pre-Producción Parte 2. ¿Qué te lleva a tomar la estructura formal de un guión cinematográfico?
La idea de escribir una novela utilizando diferentes técnicas narrativas (prácticamente cada capítulo tiene una diferente, con excepción de aquellos en los que narra el vendedor de pornografía) surgió de un prejuicio de mi parte: sentía que la historia que estaba narrando era demasiado “comercial” comparada con el resto de las cosas que había escrito (sin publicar) hasta entonces. Y, siendo una novela relacionada con el cine, la opción de contar alguno de sus tramos en la forma de un guión cinematográfico vino sola.

-En el capítulo Porno, hacés un paneo general sobre la industria del porno y el lugar que ocupa, en particular en nuestro país, donde fue censurado por un largo tiempo o se lo ha tratado peyorativamente. ¿Creés que desde la crítica de cine debería ocupar un espacio por su valor creativo?
Es una pregunta difícil de responder. No tengo una posición tomada respecto del valor creativo de la pornografía, pero debe asumirse que es un género como cualquier otro.

-Además de un background en torno al porno, hay un trabajo de investigación en torno al sexploitation, el exploitation, el gore y otras ramas del terror que amagaron con el concepto de las snuff. ¿Creés que hay límites a la hora de exponer la violencia?; ¿por qué creés, repasando la filmografía que presentás, que la simulación de una snuff es un tema tan recurrente en el cine?
No, no creo que haya un límite a la hora de mostrar la violencia. Depende de cada uno elegir qué es lo que prefiere ver cuando se sienta frente a una pantalla. Y el hecho de que el cine lleve años intentando emular una película snuff tiene como sustento la fascinación morbosa que el ser humano tiene por la muerte. Las multitudes que acudían en la Edad Media a presenciar las ejecuciones de la Santa Inquisición son un claro ejemplo de ello.

-Llama la atención los riesgos que tomás en el epílogo de Petite Mort, planteando un futuro distópico. ¿Fue una idea original desde que te planteaste el relato o surgió en el proceso creativo?
Realmente no lo recuerdo, pero supongo que tuvo que ver con la respuesta a una de las preguntas anteriores: es probable que haya estado insistiendo en eludir lugares comunes.

-Dado que tenés una amplia cultura cinematográfica, no puedo dejar de preguntarte, si tuvieras la posibilidad ¿qué actores ves en los papeles de tú libro?
Suele ser esa una pregunta ineludible, y siempre digo que en el papel del vendedor de pornografía podría estar Williaem Dafoe, David Cronenberg (quien alguna vez actuó, y nada mal) podría estar en los zapatos del abogado comprador, Dominic Purcell (uno de los hermanos de la serie Prison break) podría ser el actor porno, la actriz podría ser la inigualable Asia Argento y a Vincent Cassel le vendría como anillo al dedo el papel del director. Sería un elenco algo costoso, eso sí.

-Más allá de los títulos que se mencionan por su acercamiento al snuff dentro del cine de terror. ¿Hubo alguna película que te haya marcado y haya sido influencia para gestar Petite Mort?
No, ninguna en particular. Aunque de alguna manera sí lo fue 8 mm, pero lo fue a contrario sensu: no quería tratar el tema desde la óptica de un detective investigando un delito ya cometido.

Comentarios

comentarios

1 comment for “Matías Bragagnolo: “una snuff sería la consecuencia de una o varias perversiones aisladas”