Título original: Jarhead 2: Field of Fire
Origen: EE.UU.
Dirección: Don Michael Paul
Guión: Berkeley Anderson, Ellis Black
Intérpretes: Cole Hauser, Josh Kelly, Danielle Savre, Bokeem Woodbine, Ronny Jhutti, Cassie Layton, Jesse Garcia, Jason Wong, Esai Morales, Stephen Lang, Chad Mountain
Fotografía: Alexander Krumov
Montaje: Cameron Hallenbeck
Música: Frederik Wiedmann
Duración: 103 minutos
Año: 2014
Compañía editora: AVH
4 puntos
Los marines son todos buenos
Por Rodrigo Seijas
Esta es la tercera película de Don Michael Paul que hemos reseñado en FANCINEMA. El tipo podría empezar a tomarnos cariño por la atención que le brindamos a su obra -siempre dirigida al mercado del dvd- u odio, porque hasta ahora no le hemos elogiado una. Probablemente haga lo segundo y no lo culparíamos, así que si en algún momento aparece insultándonos, no nos sorprenderemos.
Lo que sí se le puede elogiar a Don Michael Paul es su coherencia, porque el tipo no deja de repetir siempre los mismos errores en sus films. En las críticas de Francotirador: el legado y Escuadrón de héroes habíamos señalado su poco rigor discursivo, cómo los relatos que va narrando presentan unos cuantos giros poco verosímiles, el mínimo espesor de los personajes, el desperdicio de buenos actores y la forma en que primero amaga con cuestionar ciertas cuestiones propias de los conflictos bélicos, para terminar reivindicando la labor de los soldados y por ende a todas las instituciones militares. En Soldado anónimo 2 vuelve a pasar lo mismo, aunque por lo menos hay que reconocerle a la película que no le importa casi en absoluto toda la maraña discursiva del film original de Sam Mendes, que era un bodoque que amagaba primero con tomarse la guerra en joda para terminar poniéndose trascendente y tristona respecto a la labor de los marines.
Por el contrario, Soldado anónimo 2 se plantea desde el comienzo como una típica historia centrada en una misión encarada por un grupo de marines en Afganistán, que arranca siendo la custodia de una caravana pero pronto decanta hacia la protección y el transporte de una militante por los derechos humanos a la cual se intenta sacar de territorio talibán. Ese primer tercio donde se va desarrollando la premisa es hasta pasable, porque el realizador se toma su tiempo para trazar unos personajes que son básicos en sus conductas y miradas sobre un hostil y sinsentido, pero que funcionan como grupo sólido y unido. El problema surge cuando el conflicto del film se instala definitivamente y el discurso se va imponiendo cada vez más a una acción que no alcanza grandes niveles de espectacularidad pero que está filmada con criterio y efectividad.
Cuando tiene que decir cosas sobre el mundo, Soldado anónimo 2 es torpe, obvia y hasta involuntariamente hilarante, recurriendo a frases del manual de reclutamiento militar, como “somos marines: somos la punta de la alianza” o “el marine no se pregunta si está del lado correcto, eso no le corresponde”. Ahí se deja de lado toda posibilidad de cuestionamiento hacia la guerra, como parecía surgir al comienzo, para incurrir en una apología de la labor de los marines, que aparecen retratados como gente que siempre realizan su laburo de forma extremadamente profesional, le ponen el pecho a las balas y hacen lo que nadie se anima a hacer, por el bien de la patria y todos los demás ciudadanos.
Por ahí asoman, en roles de reparto, Cole Hauser y Stephen Lang, dos actores que seguro están para mejores cosas -en especial el segundo, que tuvo papeles estupendos en Avatar y Enemigos públicos-, pero seguramente necesitaban el cheque. Soldado anónimo 2 no es la película que merecían y apenas se le puede elogiar su intrascendencia, que la hace menos molesta de lo esperable.