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Viaje al centro de la Tierra

Sólo con los lentes

Por Brian Macchi

Jules Gabriel Verne nació en Nantes, el 8 de febrero de 1828. Era el menor de los cinco hijos que tuvo el matrimonio formado por el abogado Pierre Verne y Sophie Allotte de la Fuÿe, que pertenecía a una familia de armadores. Ya de joven estaba interesado en la poesía y en la ciencia, leía y coleccionaba artículos científicos, demostrando una curiosidad casi enfermiza que le duraría toda la vida. En 1846 regresa del Liceo Real de Nantes con un alto promedio; probablemente gana un premio de geografía. Allí comienza a escribir sus primeras palabras, en prosa.

Julio Verne publicó en 1863 el primero de sus 60 Viajes extraordinarios, Cinco semanas en globo. La serie, prolongada durante casi 40 años, habría de incluir entregas de la talla de Viaje al centro de la Tierra (1864), De la Tierra a la Luna (1865), Los hijos del capitán Grant (1867). En el año 1869 aparece Veinte mil leguas de viaje submarino (1869) a la que seguirían La isla misteriosa (1874), La vuelta al mundo en 80 días (1873), Miguel Strogoff (1876) y La esfinge de los hielos (1897). Trabajador infatigable, paralelamente a sus viajes, cultivó su primera vocación, el teatro, escribiendo y adaptando algunas piezas para la escena.

El 24 de marzo de 1905, enfermo de diabetes desde hacía años, Verne murió en su hogar, en Amiens. Fue enterrado en el cementerio de La Madeleine, en cuya tumba se representa a Verne emergiendo del sepulcro, obra del escultor Albert Roze.

Luego de esta pequeña biografía del escritor, este texto se referirá específicamente a una de sus obras, Viaje al centro de la Tierra, ya que con el protagónico de Brendan Fraser se ha realizado una nueva versión cinematográfica del libro del novelista francés.

La cinta se basa en la tradicional aventura realizada por Verne, donde un profesor de ciencias de mala reputación entre sus colegas, durante una expedición en Islandia, realiza un inesperado descubrimiento que conducirá a él, su sobrino y una guía, a un sorprendente viaje por las profundidades de la Tierra. En esta travesía se encontrarán con un mundo nunca visto, habitado por toda clase de peligrosas criaturas.

La historia resulta, a priori, atractiva por ser un clásico de aventuras que ha servido de base para la gran mayoría de las películas que se han realizado dentro del género. Siendo éste el mayor valor de la novela de Verne, ya que fue una historia realizada en el siglo XIX y aún es premisa para cintas que se siguen exhibiendo, observándose la gran creatividad del escritor francés.

Sin embargo, al ser el punta pie inicial de una enorme cantidad de films, esta trama no sorprende ni estremece, sólo entretiene medianamente. Quizás el aporte novedoso que tenia este trabajo era su realización en 3D, pero como en la Argentina no se cuenta con la tecnología capaz de poder exhibir este tipo de productos, la innovación no repercute aquí.

Además en la búsqueda de explotar mayormente el 3D (en vez de tratar de renovar o alzar la trama), fue realizada en casi su totalidad de manera digital, resultando muy notoria esta característica al observar la cinta sin la tecnología que produce el efecto tridimensional. La película es extremadamente artificial por momentos, quitándole ese tipo de “magia” que provocan esta clase de aventuras.

El elenco realiza una labor aceptable, destacándose Fraser que ya maneja este género con gran talento, entendiendo de maravilla los tiempos y las características que poseen estas historias.

Una cinta que sólo resultará sorprendente para quienes puedan verla en 3D, siendo ésta característica el único punto novedoso de una historia que es maravillosa pero que ya se ha observado por sobremanera dentro del cine.

5 puntos

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