Mientras Marilyn es aporreada en la reciente película de Andrew Dominik, recordamos a la actriz en una de sus películas más icónicas, dirigida por Billy Wilder.
Esta comedia musical es una perfecta sociedad entre Howard Hawks, Jane Russell y Marilyn Monroe, que además nos demuestra la sabiduría innata del realizador para el género.
Howard Hawks volvió a la comedia con esta película que reflexionaba sobre el paso del tiempo y la estupidez de pretender la juventud eterna. Una película desquiciada.
Hoy se verá Vitaminas para el amor, mañana una nueva proyección de La vuelta de San Perón y el domingo sigue la retrospectiva John Carpenter con Halloween.