El film de Héctor Olivera, más que un conflicto, presenta un conjunto de situaciones e imágenes impactantes que buscaban reflejar lo que había sido el peronismo en los setenta.
La película de Héctor Olivera, que hablaba de un pasado y de un presente en los setenta, es también un ejemplo de las continuidades artísticas y políticas de un país estancado.
La película de Adolfo Aristarain funciona a la perfección como retrato de climas, atmósferas, códigos de conducta y vínculos de poder que delineaban un presente horroroso.
La película de Marcelo Schapces traslada el universo de H P Lovecraft a las calles de Buenos Aires. Cuenta con actuaciones de Diego Velázquez, María Laura Cali y Victoria Maurette.
El film de Martín Hodara es un thriller oscuro sobre secretos familiares que van surgiendo progresivamente, y que cuenta con otra notable interpretación de Ricardo Darín.
La adaptación de la obra del italiano Furio Bordón, protagonizada por Federico Luppi, a pesar de algunas fallas narrativas, consigue desarrollar un sólido sobre la vejez.