Por Patricio Beltrami
NdR: Este artículo contiene spoilers.
Los autores de Marvel Studios han reiterado una de las principales falencias en streaming: No saben cerrar una serie. Otra vez hubo un final sin épica con impacto emocional a destiempo, un clímax tan breve y desaprovechado como deslucido e intrascendente, un truco sacado de contexto para introducir a una nueva superheroína en el multiverso, y un villano legendario desperdiciado en función de las necesidades de la serie y del Universo Cinematográfico Marvel (MCU). Dirigido por Sydney Freeland y escrito por Steven Judd, Ellen Morton, Amy Rardin y Chantelle Wells, Maya inicia con un flashback a la infancia de la protagonista (Darnell Besaw), donde recuerda a su madre Taloa (Katarina Ziervogel) usando sus poderes para salvar a un ave. En el presente, las represalias del Kingpin / Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) al rechazo de Maya (Alaqua Cox) no demoran en llegar tras un encuentro con Chula (Tantoo Cardinal). Ante un mensaje de Biscuits (Cody Lightning), Maya regresa al pueblo para evitar que Kingpin masacre a su familia. Desde ese momento la cosa empieza a ponerse mística. Desesperada, llega a la casa de su abuela, donde encuentra al espíritu de su madre. En esa ocasión, Taloa le explica la naturaleza de sus poderes, una herencia ancestral que hace eco a través de las generaciones para defender a la comunidad Choctaw. En paz con su pasado, toma el traje diseñado por Chula y parte hacia la celebración de la comunidad. En el estacionamiento, Biscuits descubre a Zane (Andrew Howard) y a decenas de hombres de Fisk intentando infiltrarse entre la población, por lo que le avisa a Henry (Chaske Spencer). Pasando desapercibida en medio del desfile, Maya ve al biskinik en el frente de una bodega, dándose cuenta de la intervención mística para descifrar el paradero de Kingpin. Allí encuentra a su tío postizo y sus matones, quienes tienen de rehén a Chula y Bonnie (Devery Jacobs). En ese momento, se apela exclusivamente a lo sobrenatural para resolver el gran conflicto de la serie. Maya comparte sus poderes con Chula y Bonnie para liquidar a los secuaces de Kingpin. Mientras tanto, Biscuits aplasta dos camionetas llenas de sicarios con un monster truck (quizás la resolución más creativa de Maya) y Henry balea a Zane cuando estaba por desatar una matanza en medio de la festividad. Por su parte, Maya derrota a Fisk y, luciendo sus poderes, le hace rememorar el momento más traumático de su vida: oír cómo su padre golpeaba a su madre. Más allá de la deslucida y breve secuencia de combate, la disposición de este recuerdo no tiene ninguna clase de justificación narrativa. Incluso, termina abruptamente y Fisk escapa del predio ante la llegada de varios patrulleros. Finalmente, Maya disfruta de una reunión familiar con su abuela, sus primos y sus tíos, aceptando plenamente su identidad como Echo, heredera de un linaje ancestral de fuertes mujeres líderes originarias (sí, no queda un aspecto de la corrección política sin abarcar). En la escena postcréditos, durante su regreso a Nueva York, Fisk oye que la ciudadanía busca una figura fuerte para postularse como alcalde. De esta forma, se sientan las bases de uno de los futuros conflictos de Daredevil: Born Again y las próximas historias del MCU en Nueva York: Kingpin gobernará la ciudad. Echo ha dejado un sabor agridulce en el espectador. Otra serie que fue de mayor a menor, que no supo cómo resolver conflictos a la altura del tenor de violencia y fisicidad que había tenido en principio. Otra serie que privilegió lo discursivo sobre la acción en el clímax de Maya, con el agravante de contar con una protagonista sordomuda y experta luchadora/ladrona/espía. Teniendo en cuenta que, a priori, era una producción descartable, Echo estuvo a la altura del protagónico y, seguramente, volverá a aparecer en el futuro del MCU. Sin embargo, resulta preocupante que Marvel Spotlight inicie su trayectoria de proyectos más violentos con temas más adultos a partir de un relato que, más allá algunas secuencias impactantes o sangrientas, apele a las resoluciones ATP ya vistas en otras series. Ojalá se haya tomado en cuenta de cara a Daredevil: Born Again y la promesa de retomar la violencia del Universo Marvel en Netflix.
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