La miniserie de Marvel cierra con otro capítulo decepcionante, en el que todas las promesas de un tono más adulto se desarman ante una resolución sin vuelo.
El cuarto episodio de esta miniserie careció de acción física, aunque su discursividad se vio potenciada por una tensión que partió de los discursos y los gestos.
El arranque de la nueva serie de Marvel fue auspicioso, con un grado de violencia superior al de otras producciones de la compañía y con una gran secuencia de acción.
La serie de Marvel mantiene el nivel y deleitó en su tercer episodio con una secuencia de acción y comedia bien disparatada, repleto de flechazos imposibles.