Título original: Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem
Origen: EE.UU.
Dirección: Jeff Rowe, Kyler Spears
Guión: Seth Rogen, Evan Goldberg, Jeff Rowe
Voces originales: Micah Abbey, Shamon Brown Jr., Nicolas Cantu, Brady Noon, Ayo Edebiri, Maya Rudolph. John Cena, Seth Rogen, Rose Byrne, Natasia Demetriou, Giancarlo Esposito, Jackie Chan, Ice Cube, Paul Rudd
Fotografía: Kent Seki
Montaje: Greg Levitan
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Duración: 99 minutos
Año: 2023
8 puntos
ADOLESCENCIA, SOBRE TODO
Por Mex Faliero
Para nosotros, en Argentina, las Tortugas Ninja son las Tortugas Ninja. Ni mutantes, ni adolescentes. Tortugas Ninja; una contradicción en sí misma. Es decir, tortugas que saben dar patadas, piñas y manejan las artes marciales, en oposición a la imagen de animal lento que tenemos de ellas. Y esta maravillosa adaptación del cómic de Peter Laird y Kevin Eastman (tal vez la mejor que se haya hecho hasta el momento) hace particular hincapié en las dos variantes que no manejamos tanto: La mutación y, fundamentalmente, la adolescencia. Estas Tortugas Ninja son jóvenes apresadas en el mundo subterráneo que se fascinan con las luces de la gran ciudad que ven desde las alcantarillas, y especialmente con ese objeto constructor de mitos: El cine. Que la cita cinematográfica elegida sea Un experto en diversión, de John Hughes, habla no sólo del tono juvenil y rebeldón de los personajes, sino también de buena parte de los involucrados en el proyecto.
Mientras avanza, no podemos dejar de pensar que detrás de Tortugas Ninja: Caos mutante está Seth Rogen (también su socio, Evan Goldberg), tal vez el actor/director/guionista contemporáneo que mejor ha interpretado el sentir adolescente y, ahora en sus cuarentas, la adolescencia tardía. En Rogen se nota decididamente un pulso propio, pero también una revisión constante de su educación sentimental. Su debut en la actuación fue en Freaks and geeks, la gran serie escrita y dirigida por Paul Feig y Judd Apatow (entre muchos otros), que releía la comedia juvenil de los 80’s, fundamentalmente la obra de John Hughes, el autor que figura como norte principal en esta generación de artistas relacionados con la comedia. A partir de ahí, Rogen se convirtió en un actor clave del movimiento de la Nueva Comedia Americana con un evidente rasgo autoral. Por eso las Tortugas Ninja (Adolescentes y Mutantes) ofrecían un material de base que le sentaba perfecto a las obsesiones de Rogen y Goldberg, quienes ya habían intentado algo similar en su versión de El avispón verde. De ahí que lo central en Tortugas Ninja: Caos mutante sea el viaje de estos jóvenes efervescentes que quieren soltar la mano paterna y sobreprotectora de la rata Splinter para salir a la luz y convertirse en héroes (el flashback donde se cuenta el nacimiento de las tortugas es maravilloso).
Más allá de que hay una corporación maligna que busca quedarse con la sangre de los mutantes para experimentar, el gran villano de la película es una mosca -también mutante- que quiere el dominio de la especie y la desaparición de los humanos. Si el cómic de Laird y Eastman era bastante oscuro y violento, esta adaptación retoma ese tono levemente, con una presencia mucho más directa de lo suburbano, lo barrial y lo marginal. Y ahí aparece la mano del director Jeff Rowe (que ya había mostrado su talento en la divertidísima La familia Mitchell vs. Las máquinas), quien le otorga desde lo visual una estética grafitera que funciona perfectamente, y desde lo narrativo un caos ordenado propio de la animación contemporánea sobre-estimulada. Pero la diferencia con una película como la reciente Spider-Man: A través del spiderverso, excedida en excesos, es que nunca confunde ritmo con velocidad y es mucho más clara y menos redundante en función de lo que quiere contar.
Por lo tanto, Tortugas Ninja: Caos mutante es uno de esos milagros de la maquinaria hollywoodense en la que todo funciona a la perfección. Y es una película con espíritu juvenil repleta de códigos propios de la cultura pop, que sabe que más allá de los guiños hay un material con historia a la que debe respetar aún permitiéndose fugas y reinvenciones. Y si en definitiva uno de los objetivos de las películas es generar felicidad, Tortugas Ninja: Caos mutante la ofrece en toneladas.
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