Por Patricio Beltrami
–Este artículo contiene spoilers.
On a very special episode marcó un punto de inflexión para el futuro de Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) y Vision (Paul Bettany). Si en el final del anterior episodio todo apuntaba a que la heroína controlaba la realidad, los minutos iniciales empiezan a desbaratar esta teoría y, a su vez, la pareja protagoniza varios desencuentros que irán escalando en intensidad. La génesis de los problemas se debe a que Wanda comienza a exponer sus poderes o situaciones sobrenaturales frente a Agnes (Kathryn Hahn). Incluso, la escena inicial se torna desconcertante cuando, ante la negativa de Vision, la vecina sale del personaje e interpela a la madre para que le permita cuidar a Billy y Tommy. Al igual que en los primeros tres envíos, la presentación homenajea a las sitcom, en este caso las producciones de la década del 80, con influencia de series como Lazos de familia o Tres por tres. En tanto, la reproducción de la sitcom, la estética y la banda sonora continúan siendo impecables. No obstante, lo que define al capítulo es la apuesta por la trama familiar, a tono con las historias emotivas y reflexivas de las series de los 80. Bajo la influencia de Wanda, los niños crecen a un ritmo extraordinario, aunque finalmente la protagonista descubre que esto también implica la aparición de problemas más complejos. Justamente, la adopción del perro Sparky y la enseñanza sobre la responsabilidad trascurren al tiempo que aumenta la hostilidad en la pareja y se profundiza el aprendizaje sobre la muerte. Asimismo, el episodio trascurre armoniosamente entre la sitcom y lo que ocurre fuera del “Hex” (campo de fuerza que rodea a Westview), donde el panorama está tan agitado como dentro de la ciudad. Por una parte, el director Tyler Hayward (Josh Stamberg) revela cómo Wanda se había apoderado de los restos de Vision y, por ello, busca excusas para calificarla como terrorista (rótulo que ya se había ganado en Capitán América: Civil War) y organizar un ataque para detenerla. Por su parte, Mónica Rambeau (Teyonah Parris), Darcy Lewis (Kat Dennings) y Jimmy Cho (Randall Park) intentan comunicarse con Westview y explicar el origen de la Anomalía Maximoff. Ante ello, el momento de máxima tensión se produce cuando Wanda sale del “Hex”, confronta a SWORD y neutraliza a decenas de agentes armados. En tanto, una serie de incongruencias y revelaciones llevan a que Vision interpele a su pareja sobre la verdad acerca de la vida en Westview, incluso al punto de casi protagonizar una pelea de superhéroes en el living. De nada sirve que los títulos y la música de la sitcom comenzaran a correr en pantalla mientras Wanda buscaba terminar la conversación. Así se comprueba que la heroína ya no ejerce el control sobre esta realidad, y que la confianza entre ambos quedó rota. Pero quedaba un as bajo la mango para cerrar el capítulo, momento en el que se conjugaron dos elementos de peso: la muerte, la necesidad de aceptar la pérdida de un ser querido, que había sido uno de los leitmotiv del episodio; y el fantasma de Pietro Maximoff, fallecido en Avengers: La era de Ultron. El nacimiento de los mellizos; el conflicto con Geraldine; la charla con Billy y Tommy; y la muerte de Sparky y el pedido de los niños y Agnes para que reviviera al perrito derivaron en un sorprendente giro (que tiene su lógica) en medio de la confrontación entre Wanda y Vision: Pietro apareció en Westview. La irrupción del hermano muerto tiene varios niveles de lectura, que exceden al mero cambio de actor (comentario autoconsciente de Darcy). El papel no está en manos de Aaron Taylor-Johnson, sino que se trata de Evan Peters, quien interpretó al personaje en la saga X-Men. Estupefacta por esta revelación, queda claro que alguien más está jugando con esta realidad y, sobre todo, con la traumada protagonista. On a very special episode conjugó no solo las dos realidades, sino también la comedia, la tensión y los pasajes de acción, que van ganando espacio con el correr de los programas. Westview está fuera del control de Wanda y, por eso, no todo es lo que parece y cualquier cosa puede ocurrir.