La película de Tetsuo Lumiere, con sus desniveles, no deja de ser una interesante apuesta al delirio, mezclando ciencia ficción, comedia y reflexiones de todo tipo.
Osqui Guzmán adapta con gran efectividad la obra escrita por el fallecido dramaturgo Alejandro Acobino, construyendo un relato que abre todo tipo de debates y reflexiones.