Este policial tenía unos cuantos elementos atractivos desde su premisa, pero su necesidad de desplegar discursos sobre una gran cantidad de temas la condenan al facilismo y la superficialidad.
Este thriller judicial, aunque aceptable en su concepción, no muestra nada nuevo y es demasiado predecible en su estructura. Keanu Reeves y Renée Zellweger aportan poco.