La nueva película de Ira Sachs contiene algunos de los elementos de su cine, pero termina abandonado a la suerte de un elenco que muestra por ratos su enorme talento.
François Ozon se divierte con un thriller que progresivamente va perdiendo su verosímil hasta confundirnos en un juego exagerado donde nada es lo que parece.
Los hermanos Dardenne continúan desarrollando una sólida carrera cinematográfica que apuesta por lo humano y por un realismo como síntoma de los males contemporáneos.