Un thriller de acción al estilo Duro de Matar -hombre equivocado en momento y lugar equivocados- que a pesar de la fórmula trillada no deja de mantener un ritmo atrapante.
Un film que podía haber un entretenido relato de acción con elementos de western, pero que termina empantanado en gestos cancheros y desperdiciando a Scott Adkins.