Cuando estamos en la mitad de la temporada, el capítulo sigue acumulando sospechosos, aunque en esta ocasión pareciera que el misterio comienza a resolverse.
Segunda parte de Mi gran casamiento griego, comedia costumbrista de hace quince años que hubiese sido mejor recordar como algo simpático y no por esta vergonzosa continuación carente de gracia y argumento.