En su nuevo documental, Andrés Di Tella vuelve a mostrar su capacidad para imbricar lo público con lo privado, en un viaje que lo lleva por temas personales y universales.
Arturo Puig, Claudio Rissi y Claudia Lapacó exhiben una buena química en un film pequeño e imperfecto, pero consistente con lo que propone, y que se las arregla para ser bastante simpático.
El documental de Cecilia Kang reflexiona sobre la historia de los pueblos y cómo condiciona la experiencia de los individuos, a la vez que piensa en el drama de los extranjeros.
El documental de Leandro Tolchinsky, con sus vaivenes, va encontrando progresivamente su historia, mimetizándose con el recorrido de sus protagonistas.
Los mejores momentos de este film de Richard Linklater son cuando se deja llevar por un romanticismo tenso y relajado a la vez, aunque termina dando demasiadas vueltas de tuerca.
Un documental que se pretende original, pero que solo repite un sinfín de lugares comunes sobre el roquismo y elude un montón de cuestiones incómodas sobre otros períodos históricos.
Esta secuela es significativamente mejor que su predecesora, en buena medida porque se propone contar algo, por más que no llegue a ser realmente lograda.
Un film de terror que, a pesar de no poder evitar lugares comunes desde lo visual y lo narrativo, es capaz de construir un universo atractivo, sustentado en mitologías europeas y alusiones a lo diabólico.