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Wish: El poder de los deseos

Título original: Wish
Origen: EE.UU.
Dirección: Chris Buck, Fawn Veerasunthorn
Guión: Jennifer Lee, Allison Moore, Chris Buck
Intérpretes: Ariana DeBose, Chris Pine, Alan Tudyk, Angelique Cabral, Victor Garber, Natasha Rothwell, Jennifer Kumiyama, Evan Peters, Harvey Guillén, Ramy Youseff, Niko Vargas, Della Saba, Jon Rudnitsky
Diseño de producción: Michael Giaimo
Montaje: Jeff Draheim
Música: Dave Metzger
Duración: 95 minutos
Año: 2023


6 puntos


AUTOHOMENAJE Y COSO

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Contaminada por los festejos del centenario de Disney, Wish: El poder de los deseos es una película que busca funcionar de manera autónoma, pero sin dejar de evidenciar que se trata de un cuento de hadas autoconsciente respecto de cómo son los cuentos de hadas. O, más precisamente, cómo son los cuentos de hadas atravesados por el filtro histórico de Disney. Así es como todo parece una síntesis de lo visto anteriormente, que actúa como homenaje y referencia de ese rico pasado. No está mal como apuesta (después de todo, Disney inventó un estilo en la pantalla, estilo que ha sido referenciado, parodiado, cuestionado y puesto en crisis), salvo cuando por momentos la película parezca demasiado planificada para tal fin.

Codirigida entre el experimentado Chris Buck (dirigió el último gran hito de la firma, Frozen) y Fawn Veerasunthorn, Wish… abre como abrían aquellos viejos cuentos de Disney: con alguien que abre un libro y una voz en off que nos relata un cuento. A partir de ahí, una sumatoria de elementos de diferentes películas se cruzan para dar vida a este relato en el que un bondadoso rey, amado por todos, se revela como un déspota que entrega felicidad a cambio de quedarse con el deseo más anhelado por cada habitante del pueblo. Y Wish… construye este universo pautado por reglas fantásticas que funcionan en su lógica interna, aunque de fondo se va armando una metáfora un poco obvia sobre la política y los líderes totalitarios, que se refuerza hacia el final con el carácter revolucionario de los héroes.

Con elementos que fácilmente uno podrá reconocer de otras películas de la compañía, Wish… es en definitiva un Disney clásico, aunque con los aggiornamientos que ya nos han sobre-explicado (ahora la heroína no precisa tener un interés romántico para avanzar en su historia, por ejemplo), pero con villanos-villanos que no requieren ninguna normalización psicologista de manual. El mayor problema de la película es que en definitiva no termina de ser una suerte homenaje, referencia, guiño constante, y salvo por pasajes donde el humor desordena un poco las cosas (la coreografía con las gallinas, la canción en el bosque con animales y árboles que cantan) Wish… parece un barco al que hay que llevar hasta un puerto seguro sin mayores complicaciones. Tan irrelevante termina siendo lo que ocurre, que en los créditos finales uno se queda mirando los personajes históricos de Disney que aparecen a los costados antes que los nombres de los involucrados. De más está decir que el compromiso de ser la película que represente el centenario le queda demasiado grande.


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