Título original: Candy Cane Lane
Origen: EE.UU.
Dirección: Reginald Hudlin
Guión: Kelly Younger
Intérpretes: Eddie Murphy, Tracee Ellis Ross, Jillian Bell, Genneya Walton, Thaddeus J. Mixson, Madison Thomas, Nick Offerman, Chris Redd, Robin Thede, David Alan Grier, Ken Marino, Anjelah Johnson-Reyes, Timothy Simmons
Fotografía: Newton Thomas Sigel
Montaje: Kenny G. Krauss, Jim May
Música: Marcus Miller
Duración: 117 minutos
Año: 2023
Plataforma: Prime Video
5 puntos
DEMASIADA NAVIDAD
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
En los últimos años, la carrera de Eddie Murphy ha experimentado una leve resurrección -o más bien retorno- de la mano del streaming, con un film excelente como Yo soy Dolemite, una secuela descartable como fue Un príncipe en Nueva York 2 y una comedia a mitad de camino en sus propósitos en Ustedes. Ahora es el turno de La calle de la Navidad, film disponible en Prime Video que fracasa no por perezoso, sino por una acumulación excesiva de elementos y superficies estéticas.
La película, dirigida por Reginald Hudlin, se centra en Chris Carver (Murphy), un hombre al que súbitamente, y muy cerca de la época navideña, despiden de su trabajo, con lo que su familia pasa a depender solo del ingreso de su esposa, que aspira a un ascenso. Frustrado, se encuentra ante la oportunidad de una revancha económica y para su autoestima cuando se anuncia un potencial premio de cien mil dólares para el ganador del concurso anual de decoración navideña del barrio. Sin embargo, la competencia es feroz y Carver, desesperado por encontrar los recursos para imponerse en la competencia, terminará arribando a un negocio donde se encontrará con una elfo (Jillian Bell) con la que hará un pacto que le ayudará a ganar. Pero la letra chica de ese acuerdo lanzará un hechizo (o más bien maldición) que dará vida a los doce días de Navidad, desatando el caos en la ciudad y amenazando la propia existencia de Carver.
A lo largo de casi dos horas, La calle de la Navidad quiere ser varias cosas a la vez: la historia de un hombre y su familia que deben sacar la mejor versión de sí mismos para imponerse a las circunstancias; una reflexión sobre el consumismo desatado de las fiestas; y una celebración de la magia y posibilidades comunitarias de esas celebraciones. Todo esto dentro del vehículo prototípico de la comedia y aventura familiar, pero con un despliegue audiovisual por momentos apabullante y diversas subtramas que se acumulan sin pausa, pero también sin mucho criterio. La ambición del film es innegable, pero también su desorden narrativo, lo que lleva a que los personajes y sus respectivos aprendizajes se pierdan en el medio de las idas y vueltas de la historia.
Y el que quizás luce más perdido es Murphy, un actor que también ha sido creador, y que se desempeña mejor cuando se entrega a la comicidad sin condicionamientos, sean del pasado -como el legado de Un príncipe en Nueva York– o del presente -como la corrección política contemporánea que no puede eludir Ustedes-. En La calle de la Navidad queda atado a un discurso confuso y sin posibilidades de ser él mismo, de apropiarse de un personaje que podría haber sido interpretado por cualquiera. Por eso estamos ante una película “con Eddie Murphy”, pero no “de Eddie Murphy”, y que tampoco se las arregla para construir una personalidad propia coherente.
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