Por Patricio Beltrami
NdR: Este artículo contiene spoilers.
Si la primera temporada había sido una de las producciones más decepcionantes de Marvel Studios, la segunda temporada de Loki resultó una de las mejores propuestas de la Saga del Multiverso. Glorious purpose es un gran cierre de temporada, donde se explora y recupera el recorrido del protagonista para resignificar su lugar en el multiverso y, de paso, arreglar los problemas narrativos de la primera temporada. A su vez, posee uno de los mejores epílogos de Marvel Studios. A cargo del trío creativo que recuperó a Loki (Justin Benson y Aaron Moorhead en dirección y Eric Martin en el guion), Glorious purpose arranca de manera vertiginosa con un montaje de los infinitos intentos del héroe para salvar la TVA con su poder de manipulación temporal. Tras este segmento lúdico, tan divertido y dinámico como frustrante, Loki (Tom Hiddleston) vuelve a la Ciudadela al Final del Tiempo para evitar que Sylvie (Sophia Di Martino) mate a Aquel Que Permanece (Jonathan Majors) y se desate el caos de las líneas temporales. Sin embargo, en la enésima pelea contra Sylvie se detiene el tiempo, revelándose que este callejón sin salida era parte del plan de Aquel Que Permanece: su muerte provoca el final del multiverso y sólo su reencarnación y la restitución del orden podría evitarlo. Otra vez, héroe y villano dialogan a mitad del último capítulo, pero en Glorious purpose esta conversación posee sentido narrativo para resignificar tanto el recorrido de la serie como las decisiones que Loki tomará en adelante. En ese marco, la búsqueda de Loki a través del tiempo tiene similitudes con Palm Springs: no es prueba y error o resignación y vivir en un loop, sino que aprovechan las posibilidades hasta el ridículo (años, décadas) para hallar respuestas. Por ello, las habilidades de Loki sorprenden a Aquel Que Permanece y, en su búsqueda por salvar el multiverso, Loki vuelve al primer encuentro con Mobius (Owen Wilson). Con la calidez de dos viejos amigos, Mobius le recuerda que todos deben soportar una carga ante cada decisión por un bien superior. Nuevamente, un momento de intimidad, un bálsamo entre tanto vértigo y dilema existencial, se convierte en el punto de quiebre definitivo para la serie. Ambos se despiden con un apretón de manos mientras la realidad desaparece en forma de spaghetti. Loki vuelve a la TVA momentos antes de la explosión, toma el lugar de Victor Timely y sale caminando hacia el telar ante el desconcierto de sus amigos, aquellos a quienes quería conservar frente al posible fin de los tiempos. Vestido de dios nórdico, evita la destrucción de la TVA y desaparece junto al telar. En un sitio similar al palacio de Aquel Que Permanece, Loki salva las líneas temporales y, una vez que asciende a su trono, con su poder protege al multiverso, dándole forma del árbol Yggdrasil. En tanto, el epílogo de Glorious purpose, tan emotivo como desgarrador, define el viaje de todos los personajes de la serie: B-15 (Wumbi Mosaku) asume el liderazgo de la nueva TVA junto a una versión benevolente de Miss Minutes (Tara Strong) mientras Casey (Eugene Cordero) coordina la caza de las variantes de Kang por el multiverso; OB (Ke Huy Quan) escribe un mejorado manual de la TVA, que nunca llega a manos de Victor Timely; Ravonna Renslayer (Gugu Mbatha-Raw) afronta su muerte mientras Sylvie sigue descubriendo la vida en libertad. Si bien el último plano queda en Loki, rodeado de líneas temporales verdes, con una expresión que mezcla la sensación de tranquilidad por haber salvado al multiverso y frustración por tener que pasar la eternidad lejos de sus seres queridos, esta misma sensación de amargura explota en Mobius. El profesional que ha cumplido su tarea decide alejarse de la TVA para conocer qué se había perdido. De regreso a la casa que en algún momento había compartido con sus hijos, su mirada se pierde en la imagen de una vida que añora pero no recuerda, entre la amargura por lo que pudo haber sido y aquello que ya no será, despidiéndose de Sylvie pero lamentando haber perdido a su amigo Loki por un sacrificio que, sin saberlo, él mismo ayudó a construir. Tan complejo como humano, Glorious purpose no sólo cerró magistralmente el recorrido de la serie, sino que finalmente contribuyó a la reconstrucción de uno de los mejores personajes que ha dado la historia audiovisual de los superhéroes. Claro está, todo esto no hubiese sido posible sin el talento y el trabajo de Tom Hiddleston y el inmenso aporte de Owen Wilson, el factor humanidad y calidez a esta historia, sólo con sus gestos, su voz, su última mirada.
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