Por Patricio Beltrami
NdR: Este artículo contiene spoilers.
Volvió Nick Fury (Samuel Jackson). El quinto capítulo de Invasión secreta no sólo ha definido el escenario para el conflicto final de la temporada, sino que también estableció el regreso de la leyenda del espionaje. Si bien no hubo mucha acción, la desconfianza se sembró en todos los frentes. Finalmente, se conoció por qué Fury había decidido encarar esta cruzada en soledad. Dirigido por Ali Selim y escrito por Brian Tucker y Michael Bhim, Harvest inicia con Fury escoltando al inconsciente presidente Ritson (Dermot Mulroney) en un hospital mientras que le pide que no confíe en James Rhodes (Don Cheadle). Por su parte, Gravik (Kingsley Ben-Adir) llama a Rhodes para informarle que su plan ha cambiado: Revelarle a Ritson la ubicación de Nuevo Skrullos para que un ataque de Estados Unidos en territorio ruso desate una guerra mundial. En el hospital, Fury amenaza con un arma a Rhodes, quien anuncia que liberará el video que lo implica como autor del asesinato de Maria Hill (Cobie Smulders). Posteriormente, Fury y Gravik mantienen una charla telefónica (otro episodio muy charlado), donde el skrull exige que le entregue “la cosecha” para parar la guerra contra la humanidad, a lo que el espía se niega. Luego, lima asperezas con G’iah (Emilia) Clarke en Londres, a quien envía hacia la casa de Priscilla (Charlayne Woodard) para sepultar a Talos (Ben Mendelsonh) bajo la tradición skrull. Entre todas las subtramas, la más interesante ocurrió en Nuevo Skrullos, donde Gravik contuvo una rebelión en su granja: Un grupo de skrulls repudió su estrategia militar y atentó contra su liderazgo. A través de sus superpoderes, rápidamente neutralizó la revuelta, causando así la muerte de sus secuaces Pagon (Killian Scott) y Beto (Samuel Adewunmi). Tras la despedida de Talos, un grupo de skrulls irrumpen en la casa de Priscilla para asesinarla por traición a Gravik, pero junto a G’iah acaban con la amenaza terrorista. Mientras Ritson desconfía del consejo de Rhodes para atacar a Nuevo Skrullos, cobró sentido el rol de Sonya Falsworth (Olivia Colman): Expuso a su jefe como un skrull y obligó a que la pareja de invasores que había desarrollado el suero superskrull revelara su labor, asesinado al más violento. Canchera y desenvuelta, Colman halla en el humor un lugar ideal para interpretar a una espía británica tan opuesta a Fury como igual de decidida y letal que su par estadounidense. Ayudado por Mason (O-T Fagbenle) y la tecnología de Viuda Negra, Fury entra a Finlandia para reunirse con Falsworth. En viaje hacia un cementerio alejado, el espía demuestra que otra vez está en juego. En principio, le revela a su colega que el Rhodes al que le había dado información sobre el atentado en Rusia es skrull. Además, confiesa que “la cosecha” es un suero que reúne muestras genéticas de casi todos los Vengadores que pelearon en la última batalla contra Thanos. A su vez, admite que skrulls encabezados por Gravik habían participado de este proyecto personal y secreto, por lo se comprende su decisión de no haber involucrado a ningún vengador. Luego de extraer el suero de una de sus tantas tumbas a lo largo del mundo, Fury recupera su vestuario característico (sobretodo, parche y armas) y, misteriosa llamada mediante, parte hacia la batalla final contra un enemigo cuyo liderazgo ha quedado debilitado. Harvest repite un problema habitual de las series de Marvel Studios: Tras un golpe fuerte a nivel narrativo al final del capítulo cuatro, el quinto episodio trascurre como una transición hacia el cierre de la historia, con escasa acción y vuelo propio. Principalmente, Harvest estableció el escenario para la batalla final a partir de negociaciones y conversaciones, al punto que sólo hubo dos correctas secuencias de acción en 35 minutos. A favor de Invasión secreta, la información revelada representa aportes decisivos al relato y allana el camino para que el último episodio se centre en el conflicto principal: La guerra entre skrulls y humanos. Todas las subtramas derivaron en la antesala de esta confrontación, por lo que se verá toda la acción que había escaseado en los anteriores episodios, aunque posiblemente las dosis de espionaje e intriga aún no se hayan agotado.
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