Por Mex Faliero
NdR: Este texto contiene spoilers.
El capítulo de esta semana, La locker room aux folles, podría titularse algo así como El vestuario de las locas, en clara referencia al éxito francés La cage aux folles, que por estas tierras se llamó La jaula de las locas. Es que el conflicto central estuvo centrado en la diferencia que surgió entre Isaac McAdoo (Kola Bokinni) y Colin Hughes (Billy Harris), luego de que aquel se enteró que su compañero de equipo era gay. Entre la indiferencia y el destrato, McAdoo estalló cuando un hincha le gritó que deje de jugar como un “mariquita” y terminó expulsado y dejando al Richmond con uno menos. Eso motivó una discusión en el vestuario, que terminó con la obvia revelación de Colin respecto de su identidad sexual y la esperable aceptación grupal. La locker room aux folles, dirigido por Erica Dunton, manejó esto con cierta cintura, entre la amabilidad que a veces se torna en aforismo (esa musiquita que sube en algunas escenas cuando lo amerita la situación es un poco molesta) y cierta honestidad respecto de los gestos que dan los personajes. Algo así bromea el propio Colin cuando le confiesa a Trent Crimm (James Lance) que una de las ideas que tenía respecto de su salida del closet era que todo el equipo se confesara gay y terminaran dando una nota en el programa de Oprah Winfrey. Es ahí cuando la serie demuestra que se conoce a sí misma, y que sabe cuáles son los límites que puede manejar respecto de ciertas idealizaciones de la corrección política. Sin embargo, el episodio tuvo una subtrama que fue lo mejor y estuvo relacionada con la intención de Roy Kent (Brett Goldstein) de cambiar sus formas, o al menos de atender el pedido de Rebecca (Hannah Waddingham) que se exasperó un poco: “Cuando te digo que des una puta conferencia de prensa, ¡da esa puta conferencia de prensa!”. Es interesante el lugar que está ocupando Rebecca, un camino que tal vez no imaginábamos: Está tomando las riendas del club, dando los consejos adecuados y siendo la líder que los demás precisan. Con carácter y sin discursos subrayados. Es la mejor versión del personaje. Pero bueno, que Roy puede cambiar, demuestra que puede, pero nunca deja de ser Roy. La conferencia de prensa sobre el final es uno de los grandes momentos de la temporada, y confirma que Goldstein, como guionista, se reserva grandes líneas para este personaje hermoso. Y no nos podemos despedir sin hacer mención a las buenas decisiones que tomó Nathan (Nick Mohammed) en este episodio, que supongo lo terminará alejando del siniestro Rupert (Anthony Head). No hemos dicho mucho sobre Ted (Jason Sudeikis), básicamente porque el personaje tuvo esta vez una presencia de reparto. Nadie lo confirmó aún, pero por la duración de los episodios y la forma en que la serie está necesitando tiempo para cerrar los arcos de todos los personajes está claro que Ted Lasso está cerca del final. Por eso intuimos que los tres episodios que restan acomodarán las cosas para Ted, sea cual sea su destino. La locker room aux folles fue un episodio aceptable, aunque lejos de lo mejor de la serie.
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