Un episodio aceptable, aunque lejos de lo mejor de la serie, se centró en las diferencias entre dos personajes respecto de la identidad sexual de uno de ellos.
La serie protagonizada por Jason Sudeikis se despachó esta semana con el mejor episodio de la temporada, ambientado en Amsterdam y lleno de grandes momentos.
Un episodio que no estuvo entre los mejores, con un par de subtramas demasiado obvias, pero con un final que nos arrojó un momento clave en la historia de la serie.