Por Mex Faliero
It’s a man, man, man, man world, el segundo episodio de la última temporada de The marvelous Mrs. Maisel, es una referencia a It’s a mad mad mad mad world, aquella película de Stanley Kramer protagonizada por Spencer Tracy. Dirigido por Daniel Palladino, el capítulo avanza decididamente por lo que parece será la principal trama de esta temporada: La llegada de “Midge” (Rachel Brosnahan) a las ligas mayores, arrancando como guionista de un popular programa televisivo conducido por un tal Gordon Ford (Reid Scott). Claro está, no será un camino ligero. Ya el título nos anticipa que la comediante tendrá que afrontar los infortunios de un mundo repleto de hombres que no dejan mucho lugar a la expresión de las mujeres, que no pasan de ser secretarias o asistentes. Pero como The marvelous Mrs. Maisel ha sido siempre una serie muy inteligente para abordar estos temas, lo hace esta vez jugando con la neurosis de los personajes en un mundo gobernado por estrellas cercanas a la tiranía. Y ahí está “Midge”, tratando de que le acepten un chiste mientras el equipo de guionistas masculino canta canciones para evitar oír los ruidos que salen del baño que está dentro del despacho. En cada reencuentro, “Midge” tiene que acomodar un pesado sillón para poder participar de la ronda de guionistas. Lo de Brosnahan apelando al humor físico es soberbio. Esa fue la principal línea del episodio, y todo giró alrededor de las necesidades de la protagonista, aunque es para destacar la inclusión de un prólogo en el que conocimos mucho del futuro de la standapera. En una emulación del clásico televisivo 60 minutos, una “Midge” cincuentona da precisiones sobre su vida de éxito, sus matrimonios, además de su pelea con Susie Myerson (Alex Borstein), su antigua amiga que se ha vuelto una de las principales representantes del ambiente artístico. Por lo visto, The marvelous Mrs. Maisel resolverá en su línea principal los conflictos del presente de la historia, mientras nos irá tirando algunos apuntes sobre el futuro de Maisel y los suyos en cada capítulo. Al menos así lo fue en sus primeros dos episodios, que también tuvo a manera de sketch una desopilante escena introductoria en el departamento de Rose (Marin Hinkle) y Abe (Tony Shalhoub), donde un misterio se asoma sobre los Maisel: ¿Quién es el tal Janusz (Alexander Gemignani), que anda arreglando cosas en la casa desde hace un mes y parece tener una relación con la servicial Zelda (Matilda Szydagis).
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