Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Capítulo extraño este de The Mandalorian, a partir de su alternancia entre el policial, el western, cierto tono épico e incluso algo de comedia casi infantil. Dirigido por Bryce Dallas Howard, Guns for hire va buscando tonos y atmósferas de la mano del recorrido de sus protagonistas. El relato sigue a Din Djarin, Bo-Katan y Grogu, que llegan a un próspero planeta -demasiado próspero en realidad-, que está ubicado en los márgenes de la Nueva República. Allí está el ejército previamente liderado por Bo-Katan, pero que ahora está al mando de Axe Woves y convertido en un grupo de mercenarios. Involuntariamente, Din Djarin y Bo-Katan también se convierten en algo parecido a mercenarios, ya que deben ayudar a los gobernantes (Jack Black y Lizzo, ambos muy paquetes) a neutralizar a varios droides imperiales y separatistas que habían sido reconfigurados, pero que están funcionando mal y agrediendo a la población. La pesquisa los llevará primero con un comisionado (un sobrio Christopher Lloyd) que supervisa a esas máquinas, luego con los reparadores originales y después a un bar llamado El Resistor, donde solo van droides. En este último lugar se da una secuencia ciertamente divertida, que juega con elementos del western y del policial detectivesco con bastante autoconsciencia. Eventualmente, la respuesta al enigma los hace volver al lugar de donde partieron, ya que el culpable de todo el entuerto es el mismo comisionado, que invoca la figura del Conde Dooku como referente. Si la narración, por más que aplica continuos giros, no deja de ser simple -todo termina resultando una pequeña conspiración de alguien resentido con el sistema para el cual trabaja-, el episodio también se permite algunos comentarios políticos que no llegan a ser del todo claros. Pero en verdad, esta trama investigativa es más bien una excusa para el postergado encuentro entre Bo-Katan y su gente, además de un duelo -algo rutinario- con Axe Woves. Allí Bo-Katan sale triunfante y, gracias al respaldo de Din Djarin -relegado otra vez a un rol secundario, pero aún así decisivo-, puede retomar su liderazgo y el propósito de recuperar Mandalore, ya que nuevamente tiene en su poder el Sable Oscuro. Guns for hire es un episodio algo confuso en su tono, pero también interesante por sus búsquedas narrativas, estéticas y genéricas.
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