Por Patricio Beltrami
Este artículo contiene spoilers.
El cuarto capítulo de Moon Knight la sitúa como la serie más innovadora del Universo Marvel. Mientras Hawkeye y Falcon y el Soldado del Invierno habían repetido las fórmulas del género, WandaVision jugó con la estética y la narrativa de históricas sitcoms estadounidenses y Loki resultó fallida, The tomb transita fluidamente del drama romántico a la aventura sobrenatural, desembocando en un limbo fuera del tiempo y el espacio. Pese a la acumulación de sucesos e información en cincuenta minutos, el capítulo avanza a buen ritmo, conmueve, impresiona y, finalmente, sorprende con un último acto que podría resignificar todo el relato. Dirigido por Justin Benson y Aaron Moorhead y escrito por Peter Cameron, Alex Meenehan y Sabir Pirzada, The tomb revela que la estatua de piedra de Khonshu (F. Murray Abraham) quedó en una cámara con otros dioses egipcios atrapados de la misma forma. Tras salvarse de un ataque, Steven Grant (Oscar Isaac) y Layla El-Faouly (May Calamawy) hallan la tumba donde está el ushabti de Ammit. Antes de entrar, la atracción entre ambos culmina en un incómodo beso de Steven, quien sufre el castigo físico de Marc Spector en dos de las mejores secuencias de humor físico de la serie. En alerta por un rastro de sangre, decodifican el camino hacia el féretro de Ammit e inician un trayecto sorteando peligros y obstáculos al estilo Indiana Jones. Atacados por un sacerdote momificado, Steven logra matarlo y ambos se separan ante el acecho del séquito de Arthur Harrow (Ethan Hawke). En ese orden, Layla protagoniza la mejor escena de acción del episodio cuando intenta escapar de otra momia: arrastrada hacia la oscuridad por un enemigo que se oculta entre las tinieblas, pelea mano a mano al borde del precipicio y, finalmente, lo arroja mientras queda colgado del borde. Aún afectada por el riesgo, Harrow le confirma que Marc había presenciado la muerte de su padre. Por su parte, Steven llega a la cámara principal y descubre que se trata de la tumba de Alejandro Magno. Tras recobrar el ushabti de Ammit, Layla ingresa exigiendo explicaciones y Marc confiesa que su compañero había ejecutado a su padre y revela que esa noche él estuvo al borde de la muerte. En ese momento, Harrow entra en la cámara y, ante la negativa de Spector para unirse a su causa, le dispara dos veces. Yaciendo en el agua, el cuerpo baja hacia las profundidades y, tras un destello, la acción se sitúa en un manicomio. A través de un falso plano secuencia, se observa que los pacientes son distintos personajes que habían formado parte de los capítulos anteriores. Finalmente, se descubre que el punto de vista es de Marc, quien estaba siendo trasladado en silla de ruedas. Además, se ve a Layla como otra paciente e, incluso, se distingue un muñeco de Moon Knight y varios objetos que habían sido significativos. A continuación, llega sedado frente a un Harrow con bigote y pelo corto, quien se presenta como el director de la institución preocupado por su estado de salud. Al pasarle la confusión, observa que el lugar está ambientado con objetos y estructuras egipcias, por lo que escapa ante el acecho de los enfermeros. En un laberinto de pasillos, entra a un consultorio donde rescata a Steven de un sarcófago y se funden en un abrazo. Temerosos, llegan al fin del pasillo y, detrás de una puerta, aparece Tawaret (Antonia Salib), una diosa con forma de hipopótamo humanoide que los saluda. The tomb combina drama, comedia y aventura, y se da el lujo de plantear un escenario que descoloca no solo a los protagonistas, sino también al espectador. En línea con el tercer episodio, las interacciones entre Marc y Steven funcionan tan bien que la serie ha logrado incorporar la dinámica de la personalidad múltiple y, por ello, da un paso más en este aspecto: presentar a los personajes en dos cuerpos distintos ubicados en un nuevo plano. En ese sentido, el giro de guion fue tan sorpresivo que terminó eclipsando el enigma sobre el futuro de Steven/Marc, Layla y Khonshu y, además, acerca de los siguientes pasos del plan de Harrow. Moon Knight sacudió la historia y puso fin a la previsibilidad en el camino hacia el desenlace de la historia. Se agradece mucho.