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Heavy metal en el infierno

Por Cristian Ariel Mangini

Quake fue un título revolucionario que también llevó a la disolución de ID Software por las diferencias creativas.

(@Masterzio84)

Si hay en el mundo del videojuego una figura que se pueda asociar al heavy metal con sus poderosas guitarras y espíritu subversivo, esa sin duda es John Romero. Figura tan icónica como controversial, es uno de los padres del FPS como género, el querido First Person Shooter, o en español los juegos de disparos en primera persona. Su nombre está indudablemente asociado al legendario Doom, el juego que no solo popularizo los FPS sino que cambió la forma de jugar al dar la revolucionaria opción del multiplayer en un juego harto popular (aunque no sea el creador de esta opción), es decir, la posibilidad de destruirnos a disparos con un amigo jugando desde otro PC allá por 1993. Se trata de una de las figuras fundacionales del mundo del videojuego y aquí recorreremos un poco su trayectoria.

Nacido en Colorado, Estados Unidos, el 28 de octubre de 1967, Romero estuvo interesado desde temprana edad en los videojuegos. En particular a dispararle a alienígenas, ya que cita al shooter Space invaders (1978, Taito) como uno de los títulos que lo impulsaron a ser un desarrollador. Así como a otros desarrolladores de su generación, el juego Pac Man (1980, Namco) con sus niveles laberínticos fue otra influencia determinante. Por fuera de estos títulos fundamentales de la Era Dorada de los Arcades, Romero cita a juegos como el simpático plataformas Super Mario Bros. (1985, Nintendo) -tan lejano de los terrenos infernales de Doom o Quake– y emblemáticos juegos de pelea como Street Fighter II (1991, Capcom) o Fatal Fury (1991, SNK). Sus comienzos en la programación se dieron para el sistema Apple II a comienzos de los ochentas, con juegos que eran publicados por revistas especializadas. Su talento lo llevó a ser contratado en la desaparecida Origin Systems, continuando su trabajo para la plataforma Apple II y realizando adaptaciones (ports) de juegos como el Might and Magic II (1988, New World Computing) o Arthur: The quest for Excalibur (1989, Challenge. Inc.).

Pero el punto de inflexión en la carrera de Romero se dio cuando fue contratado por la empresa Softdisk. O dicho de otra forma, cuando entró en contacto con figuras del talento de Adrian Carmack, John Carmack y Tom Hall, decidiendo formar la desconocida ID Software, debido a que la visión creativa del grupo no se adecuaba a los intereses de Softdisk. John Romero fue determinante en la creación del Wolfestein 3D al ser quien sugirió hacer el remake de un shooter de 1981 llamado Castle Wolfestein y diseñar la mitad de los niveles que componen el juego. El diseño de gráficos 3D de John Carmack fue revolucionario en ese entonces, siendo esto más pulido en el revolucionario Doom de 1993. El juego que nos ponía en el lugar de un soldado espacial combatiendo una horda de demonios salidos del Infierno triunfó en el público por su cuidada jugabilidad, climas sofocantes e impactante arte; una propuesta que ponía el énfasis en la velocidad antes que la historia y no daba respiro a través de los más de 20 niveles. Entre Wolfestein 3D lanzado en 1992 y Doom la empresa había logrado posicionarse como la voz central de los FPS y, a pesar de las diferencias creativas entre sus fundadores, pronto fue por su marketing agresivo, conexión con los jugadores y originalidad una de las desarrolladoras fundamentales de los noventas.

El éxito de Doom continuó con una secuela lanzada en 1995, Doom II: Hell on Earth, que sin grandes innovaciones ofrecía una experiencia más completa con niveles más extensos y nuevas armas. Mientras Heretic y su secuela Hexen ofrecían el vértigo de Doom con algunos elementos de juegos de aventuras a través de utilización de ítems y un mundo fantástico oscuro con magia y criaturas medievales, Quake se planteaba como una experiencia más ambiciosa. El juego que estaba inspirado en los relatos de H.P. Lovecraft tenía elementos del Hexen pero también contaba con el vértigo de Doom, ofreciendo una experiencia 3D más inmersiva y la posibilidad de apuntar nuestro objetivo en todas las direcciones. Además el juego lanzado en 1996 contaba con la banda sonora de Trent Reznor, ofreciendo una experiencia perturbadora. Quake fue un éxito de crítica y de ventas, puliendo definitivamente las posibilidades de juego online y alcanzando popularidad con una saga que continúa hasta el día de hoy, pero el desgaste dentro de ID Software fue letal para la empresa: por diferencias creativas la mayoría de los fundadores, incluyendo John Romero, dejaron la empresa.

El imaginario satánico y la violencia gráfica expuesta hizo que Doom sea uno de los primeros juegos calificados como M (De «maduro», más de 17 años).

La etapa de Romero post ID Software fue menos memorable pero no por eso menos importante. En 1996 fundó junto a Tom Hall la desaparecida empresa Ion Software y fue responsable del influyente y exitoso Deus Ex lanzado en el año 2000, un FPS con elementos de los juegos RPG y de aventuras que abrevaba en la estética cyberpunk para ofrecer un mundo donde las posibilidades para sortear obstáculos y enemigos eran infinitas. Uno podía ingresar a una base disparando a todo lo que hay dando vueltas pero también tenía la posibilidad de infiltrarse y desactivar mecanismos para no ser advertido. A pesar de Deus Ex, la empresa también tuvo que cargar con el fracaso de Daikatana, uno de los juegos más postergados de la historia que además no cumplió las expectativas del público, y el de Anachronox, una propuesta audaz porque era una JRPG tradicional con estética occidental que fue un éxito para la crítica, pero no para el público. Ion Storm se disolvió en 2001 y Romero decidió dedicarse a nuevas plataformas como los celulares y las portátiles. En 2015 fundó Romero Games y continúa apostando a distintos géneros, siendo la última entrega el juego de estrategia Empire of sin (2020), ambientado durante la era de la prohibición en Estados Unidos.

A pesar de estar identificado con los FPS, Romero ha mencionado en numerosas entrevistas que sus juegos favoritos están más allá de los juegos de disparos. El juego de plataformas Super Mario Bros. 3 (1988, Nintendo), el de estrategia Age of empires (1997, Ensemble Studios), el RPG Ultima V: Warriors of destiny (1988, Origin Systems) y el JRPG Chrono trigger -al que considera el mejor videojuego de la historia- están entre sus favoritos.


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