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Entre cañerías y espadas

Por Cristian Ariel Mangini

(@Masterzio84)

Dijimos que probablemente no sería la última vez que hablábamos de Koji Kondo, un compositor enorme que ha marcado la historia de los videojuegos y del que comenzamos a descubrir su trayectoria hace unas semanas. Aquí hay una segunda parte, que sin embargo no será la última vez que hablemos de Kondo. Si aquella vez detallamos su papel fundamental en el éxito de Super Mario Bros (Nintendo, 1985) y el ascenso de su figura en la década del ´80, aquí hablaremos de su lugar en otra franquicia archiconocida de Nintendo, cuya música es tan o más memorable: The Legend of Zelda (Nintendo, 1986). Muchos están obnubilados por el talento desplegado en las últimas entregas, pero lo cierto es que el juego fue, desde su génesis, una joya del diseño que planteó las bases del género de aventuras y su éxito estuvo ligado también a su excelente banda sonora.

Pero si hablamos de la música de la franquicia de Zelda es ineludible mencionar al épico Title theme. La historia es famosa, en el juego original y con su desarrollo casi completo el tema no existía. La idea era utilizar la conocida composición Bolero del francés Maurice Ravel (1875-1937), un ballet clásico que se acondiciona al sentido heroico del juego y a la pantalla de títulos. Pero había un problema: en Japón las estrictas reglas de copyright no lo permitían, algo que Shigeru Miyamoto no había tenido en cuenta a la hora de gestar el juego. En el país asiático la música ingresa en el dominio público 50 años después de la muerte de su compositor, por lo tanto en 1986 estaban apenas a unos meses de que se cumpla la fecha. Sin embargo, los tiempos de la industria del videojuego son tiranos y era urgente encontrar un reemplazo al tema central del título. De repente Kondo se encontró con una tarea a contrarreloj que lo ponía a prueba tras su primer trabajo exitoso. Como dice él, tuvo que emprender un “all-nighter” (1), es decir, permanecer sin dormir toda una noche para poder componer algo que reemplace a Bolero.

El resultado es conocido y Miyamoto siempre recuerda con elogios el trabajo de Kondo. Para realizar su tarea tomó partes del también épico Overworld Theme y lo arregló con el tempo de Bolero, dándole elementos más cercanos a una música contemplativa de la aventura que el jugador estaba a punto de realizar. El diálogo musical entre Title theme y Overworld theme son fundamentales para comprender el magnetismo que producen las primeras horas del juego, mientras con Link exploramos distintos calabozos. Miyamoto menciona que “es como la música en un western spaghetti” porque “sugiere coraje”. “Creo que es la canción perfecta para tocar cuando te encaminas hacia una aventura”, añade, consciente del valor que la composición tuvo en el primer juego de la franquicia.

La banda sonora de Kondo contó con apenas cuatro temas que daban un trasfondo a los escenarios del juego, sumando el tema de la introducción. No contó con la espectacularidad que va a lograr años después primero con The Legend of Zelda: A Link to the Past de Super Nintendo en 1991 o con la consagratoria banda sonora de The Legend of Zelda: Ocarina of Time de Nintendo 64 en 1998, pero ya en la primera parte entregaba un leitmotiv memorable que será utilizado en todos los juegos de la saga por su calidad atmosférica. Tanto el Overworld theme como el Title theme han tenido múltiples usos, a menudo trascendiendo el ámbito de los videojuegos, pero como curiosidad nos queda mencionar un cover que falsamente se difundió por años como hecho por la banda de rock alternativo System of a Down, cuando en verdad fue de un tal Joe Pleiman (2). Esto no impidió que la popularidad del tema de Kondo sea adoptada por otras bandas que le rinden homenaje, como la banda de metalcore August Burns Red.

En todo caso, fueron los primeros pasos de Kondo, tanto en Mario como en Zelda, donde demostró su versatilidad con recursos muy limitados que, conforme hubo mejoras en la tecnología, añadía nuevas facetas y capas de espectacularidad. Por esta razón el nombre del compositor es tan resonante en Nintendo como el del enorme Shigeru Miyamoto.

(1) “An intriguing tale on how the Legend of Zelda´s iconic opening song almost never happened”, Thomas Whitehead, NintendoLife

(2) “No, System of a Down did not make a Zelda song. But this guy did”, Luke Plunkett, Kotaku


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